Carta de Alianza enero 2020

Carta de Alianza enero 2020

Querida familia de Schoenstatt de Argentina:

¡Tengan Uds. un bendecido día de Alianza! Comienza el año. Para muchos es tiempo de vacaciones o por lo menos de menor actividad dado el receso escolar. Lo cual, en general, nos brinda la oportunidad de tener mayores momentos libres y más oportunidades para compartir en familia y entre amigos. Estamos menos presionados y tenemos más tiempo para disfrutar de esas cosas que nos gustan y que, normalmente, no tenemos el espacio para hacer. Aprovechemos de estos regalos que nos alegran la vida. La alegría no es un lujo sino una necesidad del alma. Nos recrea y alimenta para sobrellevar el esfuerzo del trabajo y las obligaciones cotidianas.

Dios es padre y amigo. No nos tomemos vacaciones de Él, sino todo lo contrario. A mayor tiempo libre, mayor encuentro con Él y con la familia que Él me regala y confía. Este receso estival es un tiempo propicio para sopesar nuestra vida, saliendo de la rutina, intentando mirarla más desde Dios. Y de esta manera, darle a nuestra Alianza de Amor una mayor temperatura espiritual. El P. Guillermo Carmona nos quiere ayudar en este sentido en su artículo “Despedir el año con corazón abierto”.

Así se entiende que estos días de verano sean los escogidos por muchos schoenstattianos para misionar. A fin de año aproximadamente 1.000 jóvenes salieron a recorrer las calles con las imágenes de la Mater peregrina convocados por nuestros grupos misioneros del NOA, centro y litoral del país y la zona metropolitana. Y durante este mes de enero varias misiones familiares convocarán a matrimonios, niños  y jóvenes a misionar en familia, regalando la visita de María y una profunda vivencia de familia como algo propio de nuestro carisma.

Pasado mañana, el 20 de enero, recordamos aquella decisión de nuestro Padre Fundador de aceptar el ingreso al campo de concentración. El Padre vio en ese paso la voluntad de Dios de entregar su vida por la libertad de la familia. Hoy nosotros vemos este segundo hito de la historia de Schoenstatt como una irrupción de gracias y como una escuela de vida. Dios nos guía y conduce, justamente en medio de las dificultades y “guerras” de nuestro pueblo. Así lo hizo con nuestro Padre, así también quiere seguir haciéndolo con nosotros. 

Transitamos el año mariano y el lema “María, Madre del pueblo, esperanza nuestra” nos ilumina como pueblo argentino. Venimos del tiempo de Navidad donde Ella nos regaló a su hijo. Ahora quiere hacerlo crecer en nuestra vida y la vida de nuestra Nación. Su presencia y acción nos llenan de esperanza. La historia no la construimos nosotros solos sino que Dios es el gran conductor de nuestra vida. Él es el Señor de la historia.

Deseando tengan todos un enero reparador para el cuerpo y el alma,  les mando saludos y bendiciones de Alianza. Quedamos en eso, permanecemos fieles.


Padre Pablo Gerardo Pérez
Director Nacional