Carta de Alianza diciembre 2019

Carta de Alianza diciembre 2019

¡Querida familia de Schoenstatt de Argentina!

Bendecido último día de Alianza de este año. Renovamos nuestra Alianza en el pesebre, donde “María transforma una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura” (EG 286), donde el Omnipotente elige hacerse necesitado de los hombres. 

María es la mujer del Adviento, protagonista silenciosa de este tiempo. En la pasada fiesta de su Inmaculada Concepción hemos comenzado como Iglesia argentina el Año Mariano. Dicen que a los argentinos nos gusta juntarnos, que arreglamos nuestras cosas sentándonos a la mesa para charlar y compartir. Y sentimos por las madres un afecto tan grande que las volvemos casi intocables. “Encontrarnos en lo de mamá para estar juntos en paz”. Así, nuestros obispos, en nombre de la Virgen del Valle, nos han convocado a comenzar y “vivir intensamente” este año como un tiempo de gracias especiales. 

Porque Dios es creador y creativo, todos los años no son iguales. Todos  los tiempos no son iguales. De allí que en el griego del Nuevo Testamento se usen dos palabras diferentes para referir al tiempo. Existe un tiempo corriente, kronos, y un tiempo especial, más intenso, que deja huella porque se graba más profundamente en el alma. Es el kairós. A un kairós de María nos están convocando nuestros Pastores. 

Ya estamos viviendo un tiempo de gracias mariano. El Papa Francisco lo ha explicitado concediendo indulgencias plenarias a todos aquellos que se acerquen a lugares marianos o, simplemente, a aquellos que, ante una imagen de María, se pongan en oración. Consecuencia es la densidad que adquieren en este año mariano nuestros santuarios e imágenes de la MTA. Peregrinar al Santuario, una ermita o simplemente ponernos en oración ante cualquier imagen de la Mater nos concede indulgencias plenarias, reflejo de ese amor infinitamente desmesurado que Dios nos tiene.

Para la Familia de Schoenstatt las gracias del año mariano se hacen palpables en la conquista del Santuario de los Olmos, Pilar, ya desde su inicio. Ese día se bendijo la piedra fundamental proveniente de la basílica de Luján. ¡Cuánta delicadeza de nuestra Madre! Después de 18 largos años en que no se construyeron santuarios de Schoenstatt en Argentina, en este año mariano Ella volverá a establecerse en un nuevo trono de gracias. Y será cerca de un lugar muy querido por todos los argentinos, cerquita de Luján. Desde allí quiere continuar repartiendo sus dones.

María será la mujer del 2020. Hemos comenzado también como familia de Schoenstatt el Año de la Mujer. El feminismo es una voz fuerte del tiempo. Desde diversos lugares se alzan reclamos por un mayor rol y participación de la mujer en diversos ámbitos sociales, políticos, empresariales y hasta eclesiales. Iluminar este tiempo desde nuestro carisma, con nuestra imagen de mujer es un gran desafío para el Movimiento. Iluminarlo desde la propuesta y sobre todo, desde la vida concreta entregada que se vuelve misión. Las columnas femeninas nos inspirarán en este sentido.

Nos ponemos bajo el cuidado de nuestra Madre en esta nueva etapa que como país hemos comenzado con el cambio de gobierno. Saber que, al final de cuentas, estamos en las manos del Padre nos hace vivir confiados y esperanzados. Le pedimos a María también por todos sus hijos latinoamericanos, en tiempos convulsionados para nuestros pueblos.

Les deseo, en nombre de los asesores que acompañamos a la familia de Schoenstatt de Argentina, una feliz Nochebuena, llena de la paz que el Niñito Dios nos regala. Bendecido comienzo del 2020, un nuevo año que el Señor nos ofrece. Vivámoslo cerquita de Él y de nuestra Madre desde el comienzo. Quedamos en eso, permanecemos fieles.


P. Pablo Gerardo Pérez
Director Nacional