Mártires Riojanos: una auténtica fiesta de la Fe

Mártires Riojanos: una auténtica fiesta de la Fe

Autor: Padre Federico Piedrabuena

 

El pasado sábado 27 de abril tuvo lugar en la ciudad de La Rioja la beatificación de los así llamados “mártires riojanos”. En esa tierra cuyana, donde las montañas dibujan paisajes que fascinan a turistas de todo el mundo, Mons. Enrique Angelelli (Obispo), Wenceslao Pedernera (laico, esposo y padre de familia), Carlos de Dios Murias (sacerdote franciscano) y Gabriel Longueville (sacerdote diocesano de origen francés) fueron proclamados beatos mártires de la Iglesia Católica. Este acontecimiento es un regalo para toda nuestra Iglesia y para nuestra patria.

El Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos y enviado por el Papa Francisco para presidir la Santa Misa de Beatificación, fue muy claro en el significado religioso y evangélico que testimonia la entrega radical de la vida de los mártires. Comparto un extracto de sus palabras en la homilía:

“Los cuatro beatos desarrollaban una pastoral abierta a los nuevos desafíos pastorales; atenta a la promoción de los estratos más débiles, a la defensa de su dignidad y a la formación de las conciencias, en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia. Todo esto, para intentar ofrecer soluciones a los múltiples problemas sociales.

Se trataba de una obra de formación en la fe, de un fuerte compromiso religioso y social, anclado en el Evangelio, en favor de los más pobres y explotados, y realizado a la luz de la novedad del Concilio Ecuménico Vaticano II, en el fuerte deseo de implementar las enseñanzas conciliares. Podríamos definirlos, en cierto sentido, como mártires de los Decretos Conciliares”.

Con el marco imponente de las montañas, en un día soleado y de agradable temperatura, la mañana del sábado fue el contexto ideal para esta gran fiesta de la Fe, fiesta del pueblo de Dios.

 

Schoenstatt para la Iglesia

Me alegró mucho la presencia de la Campaña del Rosario de Schoenstatt, con la Gran Peregrina en medio de la multitud de peregrinos.

Tuve oportunidad de hablar con el Cardenal Becciu, con el Nuncio Apostólico León Kalenga, y con muchos de los Obispos argentinos asistentes a esta gran celebración. Todos expresaron su alegría por la representación y presencia del Movimiento de Schoenstatt en este importante acontecimiento de la Iglesia argentina.

Creo que esta beatificación, por ser la primera comunitaria, la primera de mártires, y donde están representados los obispos, los sacerdotes, los religiosos y los laicos, constituye una fuente de vida y semilla de nuevos cristianos para toda nuestra patria.

Como Movimiento estamos invitados a profundizar en la historia y vida de cada uno de ellos, y a pedirles por el futuro y la unidad de nuestra querida Argentina, que tanto necesita del testimonio de santidad que ellos nos ofrecen.

La Iglesia nos ha hecho un gran regalo. Que nuestro peregrinar bajo la protección de María se vea enriquecido por aquellos que ya alcanzaron el cielo y son luz en nuestro camino de entrega y fidelidad al Evangelio.

 

Federico Piedrabuena

Párroco de San Pantaleón

Padres de Schoenstatt