Jornada de Inicio de la Familia de Resistencia

Jornada de Inicio de la Familia de Resistencia

El domingo 24 de Marzo nos reunimos como Familia de Schoenstatt de Resistencia para dar comienzo a las actividades del 2019. Este año, signados por la desazón que nos provocó el hecho de que se frustrara la compra del predio que habíamos elegido para construir nuestro Santuario y por cuya conquista material y espiritual veníamos trabajando desde 2017.

A modo de preparación para la jornada durante los días previos participamos del desafío-challenge “La Mater en tu camino” en el cuál las distintas ramas fuimos compartiendo con espíritu alegre, motivador y contagioso imágenes de momentos cotidianos vividos con María.

Al iniciar nuestro encuentro el Padre Martín, Asesor del Movimiento en Resistencia, evocó en su charla un lema de las primeras épocas de fundación en Sudamérica: “Caminaban en la noche con la fe puesta en el alba”. Con esta frase quiso iluminar la situación que está viviendo la familia de Resistencia. También citó un pasaje de la Carta a los Hebreos (cap. 11, Fe y Esperanza). “Por la fe, Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como heredad; y salió sin saber a dónde iba” y nos llamó a la reflexión:

“Que María nos muestre el lugar para Ella. Años atrás hemos coronado a la Mater como Reina del terruño, refugio de familia y pedimos por la conquista de nuestro futuro Santuario, hasta aquí llegamos en éste lugar. Nada fue en vano, debemos preguntarnos qué nos quiere decir Dios con estos acontecimientos que, por el momento, no son fáciles de comprender y discernir. Pero debemos estar seguros que María se tomó muy en serio la entrega y el compromiso de la familia de Resistencia y los guarda en su corazón. La Mater no se deja ganar nunca en generosidad, Ella siempre nos guiará y se ha manifestado con todo lo vivido en estos dos años, el sólo hecho de tener un lugar propio para el encuentro en familia, tener una sede de María, es un motivo para ser agradecidos”.

En su rol de gran educadora, la Mater nos invita a ser más pacientes, y a no perder las esperanzas en el alba. Ahora nos queda como familia, como instrumentos, poner en práctica la fe práctica tal cual nos enseñó nuestro Fundador, siguiendo su ley de estar atentos a las puertas que se abren… y a las que se cierran.

 

 

El Padre Martín recordó que en el año 1949, luego de su salida en Dachau y en su plan de conquista de Santuarios por el mundo, el Padre Kentenich llegó a la Argentina, y bendijo la primera piedra fundamental, en el lugar que habían donado a las Hermanas de María para establecer el futuro Santuario, un lugar llamado “Los Patos”.  Luego de dos años, en 1951 el Padre regresó a Buenos Aires, y la Hermana Úrsula le comenta con mucho miedo que ya no tenían aquel lugar donde se había bendecido la piedra fundamental, porque el donante del terreno ya no estaba más. En ese mismo instante el Padre le responde:

“Ustedes recibieron la bendición de Dachau, todo lo que recibieron ustedes, todo lo que ofrecieron hizo que creciera mucho más la Alianza de Amor”.

Eso mismo es lo que la familia de Schoenstatt de Resistencia vive hoy, ha crecido objetivamente en los últimos años, tanto en el compromiso espiritual como material, a través de hechos concretos.

Por ese camino debemos seguir, unidos en la oración, viviendo la Alianza de Amor en profundidad, magnanimidad y compromiso. La invitación es a no quedarnos de brazos cruzados y tener presente el texto de la Segunda Acta de Fundación que significa un triple imperativo para nuestra Familia de Resistencia:

  1. Cuidar con gran dedicación la consciencia de misión e instrumento.
  2. Conservar firmemente el carácter mariano de la Familia de Schoenstatt.
  3. Trabajar en primer término las contribuciones al capital de gracias, el esfuerzo serio, autentico y diario por la santidad en el apostolado mariano. A partir de ellas la Familia ganará en fecundidad.

La Familia, agregó el P. Martín, debe ser corresponsal en el compromiso para construir el Santuario del corazón, los Santuarios de los hogares y el Sitio para María. Estar atentos a las señales que María nos manda, superar viejas grietas, hacer carne que somos Familia y continuar con fuerza hacia los tiempos de hoy, viviendo Schoenstatt en salida.

“Con fuerza misionera y apostólica a través de acciones concretas para que la Mater se manifieste en Resistencia. Caminando con alegría, más unidos, más confiados, más heroicos, la fe puesta en el alba, alegres en la esperanza seguros de la victoria, hacia los tiempos nuevos”.

Al término de esta enriquecedora charla en Familia compartimos un momento de reflexión, intercambio de  ideas y sentimientos, culminando la jornada con la celebración de la Santa Misa y el envío de nuevos misioneros.