Carta de Alianza marzo 2019

Carta de Alianza marzo 2019

Queridos aliados y aliadas:

 

¡Bendiciones en este día! Nos unimos espiritualmente en los Santuarios, ermitas, santuarios hogares y corazones para animarnos en esta vida de Alianza que transforma.

Estamos ya transitando el camino cuaresmal y el Papa nos invita a recorrerlo anhelando la celebración de la Pascua con el gozo de haber sido purificados. El Señor quiere ser el gran protagonista de este kairós (tiempo especial de gracia) pero nosotros tenemos que dejarle espacio para que actúe. Él nos ofrece este tiempo como una oportunidad para convertirnos, para volvernos más hacia Él, para que Él esté más presente en nuestras vidas.

El ayuno, la limosna y la oración son maneras de desprendernos de nuestro yo y así hacerle más lugar a Dios. “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” (Jn 3,30). No darle el espacio para hacer esta reconciliación nos instala en nuestro yo egoísta que nos separa destructivamente del prójimo y de la creación (así nos advierte el Papa en su carta). Las Hermanas de María nos invitan a vivir este tiempo de restauración del alma, unidos como familia argentina a la restauración de nuestro Santuario Nacional. Escribir el nombre en las paredes del Santuario está siendo un gran gozo para muchos aliados en estos días.

Los animo también a vivir este tiempo penitencial como argentinos necesitados de reconciliación. Si extrapoláramos la ley de construcción que nuestro fundador, el P. Kentenich, nos dejara como Movimiento y la aplicásemos a nuestra patria, el voto sería una obligación mínima. El sistema democrático nos asegura una buena dosis de libertad, pero una pregunta que nos salta a la vista es ¿cómo cultivamos nuestro espíritu argentino? ¿Qué instancias tenemos para hacerlo?

Intentemos, como católicos schoenstattianos argentinos, dar una respuesta en este sentido. Por la dinámica del capital de gracias, sabemos que nuestras prácticas cuaresmales son siempre bien recibidas por el Señor y operan milagros de transformación, no sólo en nosotros mismos sino en todos aquellos hermanos que lo necesitan.

En el horizonte schoenstattiano los 100 años de la histórica jornada de Hoerde están comenzando a pisar fuerte. Todas las jornadas nacionales de jefes de las distintas ramas están inspiradas en este acontecimiento. Es un hito del que poco conocemos, pero que ha plasmado mucho el espíritu de nuestro Movimiento. En palabras sencillas, en 1919 en Hoerde, nace el Movimiento de Schoenstatt así como lo conocemos ahora y se separa de la Congregación Mariana surgida en el seminario de los palotinos. Hoy podríamos decir que es el comienzo del Schoenstatt en salida, un Pentecostés de la Alianza de Amor.

El P. Javier Arteaga, flamante asesor nacional de matrimonios, el pasado fin de semana, en la jornada nacional de jefes LAF, señalaba las principales notas del espíritu de Hoerde:

  • El carácter laical de la liga;
  • El servicio a la iglesia;
  • La autonomía solidaria;
  • La responsabilidad magnánima con la misión del Padre, y
  • El estar capacitados y sólidos en el espíritu (importancia de la formación y de la vida en comunidad).

Que este espíritu de Hoerde nos vuelva a impulsar como Movimiento en este día de Alianza y en la próxima fiesta de la Anunciación experimentemos la cercanía maternal de María que en este tiempo cuaresmal quiere transformarnos, convirtiéndonos en imágenes más fieles de su Hijo para enviarnos a ser signos de la misericordia del Padre.

Quedamos en eso, permanecemos fieles. Los saluda, bendice y acompaña,

 

P. Pablo Gerardo Pérez

Director Nacional