Centenario de Hoerde

Centenario de Hoerde

Declaración de las Federaciones en Argentina (1919 – 2019)

 

¿Qué se celebra el 20 de agosto de 2019? 

Celebramos los cien años de la Jornada de Hoerde, llamada así por realizarse en la ciudad alemana que lleva ese nombre. En ella, el 20 de agosto de 1919, el ​Movimiento de Schoenstatt, que se había configurado en sus orígenes como como círculo externo de la congregación mariana del seminario palotino de Schoenstatt, adquiere la forma propia y autónoma que lo caracterizará en adelante; alimentado internamente por corrientes de vida e ideas propias, cuya fuente es la Alianza de Amor con María, sellada en el Santuario de Schoenstatt el 18 de octubre de 1914.

 

En los jóvenes participantes de la jornada de aquel año, está presente germinalmente, la conciencia del rol de Fundador del Padre Kentenich, y de la acción de la gracia de la Madre y Reina de Schoenstatt desde su Santuario, que es lo que los ha conducido hasta allí. Ellos se saben herederos de la corriente de gracia que se inició en Schoenstatt. Se organizan como movimiento autónomo respecto al seminario palotino y a la congregación mariana. Reconocen su fuente en el Santuario de Schoenstatt y al P. Kentenich y a sus colaboradores Palotinos como sus guías espirituales.

 

Por eso, Hoerde es la culminación del llamado “primer hito” que debe comprenderse como un proceso iniciado en 1912 con el comienzo de las tareas del joven P. Kentenich como director espiritual del seminario palotino, que toca su punto cumbre en la Alianza de amor de 1914, y culmina en el Pentecostés de un nuevo Movimiento regalado a la iglesia en Hoerde.

Naturalmente, Hoerde no puede entenderse sin la Alianza de Amor del 18 de octubre de 1914, y sin Schoenstatt. Está claro que no se trata del Movimiento de Hoerde, sino del Movimiento de Schoenstatt. Hoerde es el fruto de la Alianza de 1914, la prueba de la fecundidad regalada por la Madre de Dios a los congregantes que se consagraron a Ella en su Santuario.

Pero tampoco el primer hito estaría completo sin su culminación con la fundación del Movimiento sobre la base de lo que había sido la organización externa de la Congregación Mariana. Pues la fundación del movimiento indica en el Fundador y en los iniciadores, la conciencia asumida de constituir un nuevo movimiento eclesial y el inicio formal de tal, motorizado por la comunidad palotina, en la idea original del P. Kentenich.

 

¿Por qué es tan importante celebrar el Jubileo de Hoerde?

 

  1. Porque en Hoerde nace el movimiento de Schoenstatt con la forma organizativa que le es propia y característica, esto es, como una FEDERACIÓN DE COMUNIDADES. De hecho, el nombre que los participantes de la jornada escogen en aquel momento es: “Federación Apostólica de Schoenstatt”. Entonces se trataba de un grupo de jóvenes varones. Las organizaciones autónomas que nacieron más tarde: Institutos seculares, ligas apostólicas y las posteriores federaciones, de mujeres familias, sacerdotes, madres, enfermos y hombres, conformaron entre sí, con el tiempo, una gran Federación. Por eso, puede decirse que, ya, en Hoerde, se hace presente la estructura característica de Schoenstatt, en tanto, federación. Si bien, la Obra se desarrolló y multiplicó sus partes, nunca abandonó este carácter federativo como distintivo de su forma de vivir la comunidad. Justamente, la federatividad como nota propia de Schoenstatt, encuentra la mejor expresión en aquello que el Padre Kentenich definiera como ley fundamental de la construcción que rigió el desarrollo de toda la Obra: “una fuerte limitación o reducción adecuada de poder en lo organizativo-jurídico, unida a una plenitud de poder extraordinariamente rica en lo vital.”[1] Lo cual equivale a sostener vínculos comunitarios libres, apelando a la magnanimidad, asegurados a través de un extraordinario cultivo de la vida.

 

  1. Porque el movimiento se define desde el momento de su nacimiento, como organización APOSTÓLICA. Se trata de un movimiento apostólico. Cuando el P. Kentenich observa la fecundidad de la Alianza de Amor evidenciada en el nuevo movimiento que comenzaba a desarrollarse en torno al Santuario de la Madre y Reina tres veces Admirable, entiende que esto responde al sueño original del fundador de su comunidad, Vicente Pallotti, que esperaba generar a partir de la tarea de sus sacerdotes, una gran organización del apostolado laico para la evangelización de la sociedad moderna. El P. Kentenich cree que la organización surgida en torno a Schoenstatt comienza a dar respuesta a esta finalidad que se proponía el fundador de la Sociedad del Apostolado Católico. Por eso, en el tiempo anterior a la Jornada de Hoerde, previendo que alguien debía dedicarse en formas exclusiva a lo que estaba surgiendo, el fundador solicita permiso para ser licenciado de sus obligaciones para con el Seminario. El 18 de julio le es concedida por parte de sus Superiores esta posibilidad. Schoenstatt asume como fin propio, esta idea de Pallotti con el nombre de Confederación Apostólica Universal​ (CAU)​.

 

¿Quién celebra el jubileo de hoerde​?

Unida en la Alianza de Amor, toda la Familia de Schoenstatt celebra el jubileo de Hoerde porque él marca el inicio de su vocación de FEDERACIÓN APOSTÓLICA común a todas sus organizaciones y todos sus miembros. Naturalmente, dentro de toda la Obra, y ante el próximo jubileo, las Federaciones apostólicas, experimentan el particular y renovado compromiso de ser garantía del espíritu federativo y apostólico​ propio de todo el movimiento.

 

¿Cómo se propone que sea celebrado el Jubileo de Hoerde?

Atendiendo al hecho de que Hoerde significó la externación del carisma de Schoenstatt, puertas afuera de los muros del seminario palotino, dado a la Iglesia como nuevo movimiento, en lo que fue el Pentecostés de la Alianza del 18 de octubre de 1914, las Federaciones apostólicas consideramos que los ritos celebratorios del jubileo deberían manifestar la apertura del carisma a la iglesia, su “salida” al mundo y no su repliegue sobre sí mismo.

Teniendo en cuenta que el mismo inicio del movimiento de Schoenstatt, paradójicamente, no se llevó a cabo en el lugar: Schoenstatt, sino en Hoerde, este hecho quiere ser leído como un signo de los tiempos que indica la vocación del movimiento al desarrollo plural, policéntrico, desconcentrado, en la unidad de un mismo Espíritu garantizada por la común Alianza de Amor con la Madre y Reina tres veces Admirable en el Santuario de Schoenstatt. Por eso, es esencial que las celebraciones jubilares no se concentren en Schoenstatt-lugar, sino que se expandan en una red simultánea en torno a cada Santuario del mundo donde desde hace más de 100 años acontece la misma Alianza de Amor.

En el pluricentrismo de los ritos celebratorios, encontraría expresión así, la auténtica vocación “federativa” y “apostólica”​ de todo el movimiento. Por otra parte, los festejos celebratorios del jubileo de Hoerde, no deberían agotarse en el recuerdo de una efemérides, sino que deberían ser el relanzamiento efectivo de la actitud de “salida” de todo el movimiento, proféticamente expresada ya en aquella jornada histórica de 1919 y actualizada en ocasión del centenario de la Alianza en Roma por el Santo Padre, animando a todo el Movimiento a gestar para esta época un “Schoenstatt en salida”. La efectiva concreción de un movimiento verdaderamente internacional: pluricéntrico, des-concentrado, “inculturado” en los cinco continentes, con formas de expresión auténticamente diversas, adquiridas de las culturas donde se sella la Alianza de Amor, es la mejor manera de celebrar el jubileo de Hoerde. La pluricentralidad y coloridad múltiple de su concreción, hacen del movimiento de Schoenstatt, un carisma orientado a construir “el hombre nuevo en la comunidad nueva”, que porta como rasgo esencial la libertad de la diversidad, en la comunión de la fuerza unitiva y asemejadora del amor.

 

¿Cómo unir la celebración jubilar de los 100 años de Hoerde a los 50 años de la partida  del Padre Kentenich al Schoenstatt eterno?

Celebramos en 2018 un tiempo jubilar. Las Federaciones consideramos que el mejor corolario del Jubileo de los 50 años de la partida del Padre Kentenich al Schoenstatt eterno es justamente, a su término, celebrar el centenario de Hoerde.

No hay Schoenstatt sin el Padre Kentenich, pero tampoco puede entenderse al Padre Kentenich sin Schoenstatt. Y no hay Schoenstatt sin que la Alianza de Amor se haga cultura por la acción apostólica organizada y por la plasmación de estructuras eclesiales renovadas con el espíritu de libertad y magnanimidad que caracterizó al movimiento desde sus orígenes en Hoerde.

Celebrar el jubileo de Hoerde significa concentrarnos en el rasgo más propio de la “nueva comunidad” sostenida por vinculaciones libres y magnánimas, aseguradas por el cultivo de la vida. Por su carisma profético el Padre Kentenich contempló anticipadamente ese rasgo y supo proponerlo a la familia de Schoenstatt para que viviéndolo, lo regalara a la Iglesia.

Nuestra propuesta es que, con actitud filial, sigamos la huella de nuestro Padre Fundador en su DILEXIT  ECCLESIAM.

 

Nuevo Schoenstatt, 20 de Agosto de 2017

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Federación de Apostólica de Familias de Schoenstatt – Federación Apostólica de Mujeres de Schoenstatt – Federación Apostólica de Madres de Schoenstatt – Federación de Presbíteros de Schoenstatt

 

 

[1] Kentenich J. (2010) ​El secreto de la vitalidad de Schoenstatt I , Espíritu y forma, Santiago-Chile: Nueva Patris.

 

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