La llegada de un hijo al matrimonio como proceso orgánico en la vida conyugal

La llegada de un hijo al matrimonio como proceso orgánico en la vida conyugal

Colaboradora: Beatrice Acosta

 

Extracto de la entrevista realizada a la Hermana M. Virginia Perera, Doctora en Ciencias de la Vida por la Universidad Libre Internacional de las Américas.

 

La Hna M. Virginia investigadora en Bioética desde hace más de 20 años y doctorada en Ciencias de la Vida ha compartido una interesante charla con nosotros informándonos sobre la vigencia y viva actualidad del tema abordado en su tesis doctoral:

“Hacia una concepción orgánica de la conyugalidad y la procreación – Fundamentos antropológicos y aportes pedagógicos del Padre José Kentenich para el acompañamiento de matrimonios que no logran tener un hijo”.

En el marco de sus estudios, la  Hna M. Virginia ha elegido analizar un tema muy interesante conforme la visión antropológica de nuestra fe; dado que es consciente de que muchas veces no nos planteamos analizar los temas de la actualidad bajo la luz de la antropología cristiana siendo sobre-estimulados por los medios de comunicación en mensajes opuestos a nuestras creencias. Ante ello se propone rescatar la capacidad de discernimiento de cada persona para analizar y deconstruir pensamientos tecnocientíficos que no valoran la vida humana como obra de la creación  y que priorizan el hecho fáctico de “tener un hijo”, frente a la posibilidad de pensar al hijo como fruto del amor conyugal entre hombre y mujer.

 

La Hna M. Virginia sostiene que es menester meditar el “pensar, amar y vivir orgánico” que nos enseña el Padre Kentenich, a los efectos de no separar la vida ni los procesos vitales de la intimidad conyugal y la procreación;  dado que bajo el carisma schoenstattiano se nos llama a entender los procesos vitales como conceptos orgánicos, siendo imposible bajo nuestra perspectiva separar la conyugalidad de la fecundación.

Frente a las dificultades para concebir un hijo propone la “Naprotecnología”, una manera natural coadyuvada por la ciencia para resolver la infertilidad y restaurar el cuerpo del hombre y la mujer, y así optimizar su fertilidad yendo a las causas mismas de la infertilidad y aplicando allí la terapia médica necesaria, evitando acudir a tecnicismos que proponen “fabricar un hijo” fuera del vientre de su madre o sin los signos vitales de su padre.  

En un trabajo de más de 470 páginas que en breve estará disponible en Internet, la  Hna M. Virginia recoge testimonios y casos de éxito realizados junto a la Federación de Familias Schoenstatt de Paraguay, donde mediante la Naprotecnología, se han logrado 44 nacimientos naturales que además de aportar la felicidad del hijo han fortalecido como pareja a los matrimonios que la han implementado.

Desde su sapiencia la Hna. no dogmatiza ni pretende imponer a los matrimonios que es lo deben hacer, sino que mediante reflexiones y razonamientos inspirados en la pedagogía del Padre Kentenich,  los lleva a analizar críticamente su situación y sus deseos; y tomar decisiones conducentes y adecuadas al carisma cristiano que han elegido para sus vidas. Como conclusión la Doctora en Ciencias de la Vida nos recuerda que la Divina Providencia nos ha dado también el libre albedrío que se transforma positivamente en la facultad de conocernos, humanizarnos y actuar conforme nuestras más íntimas convicciones.

 

Si tenés dudas o precisas más información sobre el tema, podés escribir a la Comisión de Bioética Padre José Kentenich: secretaria@comisiondebioetica.org