Transformar la Navidad de los que están solos

Transformar la Navidad de los que están solos

Autor: P. José María Iturrería

Desde hace 20 años en plena Nochebuena, un nutrido grupo jóvenes se congregan a partir de la 1:30 AM en el Santuario de Schoenstatt de la ciudad de La Plata, ubicado en 15 entre 53 y 54, para participar de la Navidad Solidaria. Este proyecto surgió con la intención de hacer llegar la alegría de la Navidad a todos lo que por múltiples razones no pueden vivirla con sus seres queridos, sea porque están solos, o en situación de calle, como porque están enfermos en un hospital, o bien porque deben cumplir un horario de trabajo y no pueden estar junto a sus familias.

El origen de la Navidad Solidaria

La Navidad Solidaria comenzó hace exactamente 20 años, en medio de los momentos de gran incertidumbre y desesperanza de la crisis del 2001, apenas días después de la renuncia del presidente De la Rúa. En esa situación donde reinaba la desilusión y la angustia por el futuro, un grupo de 20 jóvenes del movimiento de Schoenstatt se decidieron a dar un signo de que algo diferente se puede hacer, porque aún en medio de grandes crisis sigue siendo Navidad y Jesús vuelve a nacer en medio de la noche y en un pesebre, para dar esperanza y alegría a los que sufren.

Hoy, 20 años después, ese grupo creció a más de 200 integrantes pertenecientes a distintas comunidades religiosas y movimientos juveniles de la Arquidiócesis de La Plata, para vivir ese mismo espíritu de ser comunicadores de la alegría de la Navidad y “Testigos de Esperanza”, saliendo a hospitales, plazas, estaciones de servicio, comisarías, bomberos, paradas de micro, locales comerciales de la ciudad, servicios de guardia, para compartir fraternalmente un gesto de cercanía junto a un pan dulce, una estampita, y un momento de diálogo.

Desarrollo y cómo participar

Todos pueden participar y sumarse en el Santuario de Schoenstatt desde la 1:30 AM y hasta las 6 AM.  Entre los participantes se arman grupos de 5 o 6 personas, que caminando o con vehículos recorren distintos puntos de la ciudad y sus alrededores para llevar un mensaje de paz y solidaridad.

Una vez que hacen la recorrida, alrededor de las 5:30 AM vuelven a reunirse en 15 entre 53 y 54 para compartir un testimonio de la realizado y concluir con una Misa de Navidad al alba, que preside el Obispo Auxiliar Mons. Jorge González a las 6 AM.

Testimonios de participantes

El P. José María Iturrería, quien como joven universitario estuvo en los comienzos, nos dice que se sale a transmitir un mensaje de esperanza, de que existe un futuro posible, de que no todo está perdido, porque Jesús vuelve a nacer. Compartir un pan dulce, una estampita o un momento fraterno, aun en momentos de crisis, es un signo de que la alegría se puede comunicar aún en las situaciones más difíciles. Recuerdo parar micros y desconcertar a los chóferes porque en vez de pedirles el boleto, les dijimos “¡Feliz Navidad! Te queremos regalar un pan dulce y celebrar con vos.”

Carlos Fiorucci, otro integrante de los comienzos, nos relata: “Con 19 años, en el 2002, participé de mi primera Navidad Solidaria. En ese momento éramos unos 40 jóvenes con algunos padres. Lo mejor de esa experiencia fue ver cómo un gesto tan simple le cambia tanto a quien no pudo pasar la Navidad con su familia. Y ese día tuve el primer click de entender que el cambio empieza por cada uno, de no esperar a que otros se encarguen de cambiar la realidad, sino que tenemos que ir nosotros a ser protagonistas.
Me acuerdo de momentos de mucha emoción, de gente que no esperaba compartir un pan dulce con alguien esa noche porque le tocó trabajar. Hoy ya con 38 años, teniendo 2 hijas, valoro mucho más que antes esto que hacíamos. No salir de “fiesta” con amigos esa noche, para poder regalar ese gesto tan importante para quienes no pueden ver a sus hijos, a su pareja, a sus hermanos por tener que trabajar. Fue una escuela para la vida, que me dejó amigos y una huella muy importante.”

Sofi Andrade, una joven universitaria que participa desde hace un par de años, nos cuenta: “Antes de conocer Navidad Solidaria no le encontraba mucho sentido a quedarme trasnochando en Navidad. En el 2019 me contaron sobre la NS, que iban a hacer un encuentro previo para realizar unos pesebres que serían entregados a las personas que nos encontremos en situación de calle, y no dudé en ir a la actividad. No conocía a casi nadie, pero me encontré con gente muy humana con ganas de hacer algo por los demás.
Llegó el 25 a la madrugada y me fui para el santuario de Schoenstatt, había mucha gente, me acuerdo que explicaron la dinámica de cómo nos teníamos que manejar, entonces formé un grupo con personas que no conocía e hicimos el recorrido en auto.
Nuestro primer punto fue la terminal, nos encontramos con mucha gente en situación de calle, nos quedamos mucho tiempo hablando y compartiendo cositas navideñas para que ellos disfruten. Lo que más me impactó fue que al irnos yo le dejo una bolsa con pan dulce y otras cosas a un chico y él me dice “tomá llevaselo a otro”. Entonces pensé: que increíble, el que menos tiene pensó en otra persona que está en la misma situación en vez de quedarse el pan dulce me dijo que se lo lleve a otro. Me llevo esa actitud en lo más profundo de mi corazón, que le carga de sentido a la Navidad y a la vida. Me da mucha esperanza.”

Para colaborar

Se puede colaborar aunque no se pueda presencialmente participar, trayendo pan dulce, golosinas, budines y otros alimentos para compartir con aquellos que no tienen. Basta acercarse con la donación a la Casa de la Familia de Schoenstatt (15 esq. 53) en estos días previos a la Navidad.

Nos pueden seguir por Instagram en @navidadsolidarialp. Allí van a encontrar toda la información.

Todos pueden participar inscribiéndose en el siguiente formulario: https://forms.gle/KVQvyKCohgFBP3Ky5