Schoenstatt para la Iglesia

Schoenstatt para la Iglesia

Autor: Padre Pablo Pérez (Director Nacional Movimiento Apostólico de Schoenstatt de Argentina)

Hacia fines del año pasado recibimos, con mucha alegría, dos cartas de obispos argentinos valorando y agradeciendo la vida del Movimiento en sus diócesis.

Estas cartas confirman algo que percibo ya desde hace un buen tiempo: un crecimiento en la valoración y compromiso, por lo menos, en una buena parte del episcopado argentino y del clero diocesano con la vida del movimiento de Schoenstatt y de  nuestros santuarios. No es que antes haya experimentado un rechazo, pero sí una cierta distancia, que con el correr de los años se fue disipando y se va transformando en mayor cercanía y sintonía.

Por nuestra parte (como Movimiento digo) también se fue dando una mayor apertura y diálogo al posibilitar un mayor protagonismo a sacerdotes diocesanos en la conducción del Movimiento y creció la incorporación de laicos schoenstattianos a las distintas pastorales de las diócesis (matrimonios, jóvenes, privados de la libertad, etc.). Se ha generado una retroalimentación estupenda y así, una inserción más orgánica del Movimiento en la iglesia local. Además, algunos de nuestros Santuarios ya fueron autorizados para la celebración de bautismos, primeras comuniones y hasta casamientos.

Le damos gracias a Dios por este desarrollo que es parte de nuestro ser. Somos iglesia por el mismo hecho de ser un Movimiento eclesial. Ser nosotros mismos es el mejor y mayor regalo que le podemos hacer a la Iglesia y al mundo. Vivir nuestro carisma en plenitud. Y eso significa también integrar dentro de nuestra estructura al clero local. Estamos llamados a desplegarnos insertos en la iglesia local, asumiendo la realidad y desafíos que cada diócesis tiene, aportando desde nuestro carisma.

En la iglesia postpandemia resplandece con mayor claridad la fuerza del Movimiento. La Mater sigue su marcha victoriosa y sigue llamando aliados para que tiren de su carro de triunfo.

El reconocimiento explícito de nuestros pastores no sólo nos confirma en el rumbo sino que también nos impulsa a vivir con más fuerza el Schoenstatt para la iglesia.

Por eso hoy quiero compartir con ustedes las cartas de Monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y Monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo de la diócesis de 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires, a quienes agradecemos por el gesto.

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Nueve de Julio, 29 de septiembre de 2022,

Festividad de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

Queridos hijos, hermanos y fieles: Deseo agradecer muy de corazón la presencia, el carisma espiritual y la obra apostólica del Movimiento de Schoenstatt en nuestra Iglesia particular de Nueve de Julio en la persona del R.P. Juan José Riba ISch. y de la Sra. Cristina White.

Desde hace más de treinta años se viene difundiendo en nuestras comunidades la Campaña del Rosario, con mucho vigor misionero y abundantes frutos espirituales. Las ermitas enclavadas en los más diferentes lugares públicos, barriales y rurales suelen ser centro de culto y peregrinación además de un signo de fe para los transeúntes. Sus miembros y adherentes están integrados en sus parroquias colaborando en los diferentes cauces de la acción evangelizadora como son la catequesis, liturgia, cáritas, pastoral de la salud y tantas otras. A esto hay que sumar la visita frecuente de los sacerdotes encargados y varias otras iniciativas espirituales, pedagógicas y pastorales que, aquí y allá, se vienen llevando a cabo. Últimamente los grupos de

“Madrugadores” están floreciendo en muchas localidades y haciéndose presentes en muchos ambientes gracias a los cauces comunicacionales virtuales.

Todo lo anterior me lleva a dar gracias a Dios, por medio de su Madre, exhortándolos y animándolos a seguir adelante y profundizar en este camino de comunión y misión inspirándose e incorporando nuestro lema diocesano “Caminar en comunión para anunciar a todos la alegría del Evangelio” el cual nos señala un rumbo y un estilo de vida eclesial y misionero.

 Los bendice con afecto

+Ariel Torrado Mosconi

Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio

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Mendoza, 3 de noviembre de 2022.-

SALUDO A LOS DISTINTOS RESPONSABLES DE LA FAMILIA DE SCHÖENSTATT EN MENDOZA

Mis queridos hermanos,

Con alegría les escribo para agradecerles la muy cordial y fraterna reunión de anoche en la que Uds. expusieron con tanto amor y claridad, la vida de las distintas ramas de la Familia de Schöenstatt. Destaco el entusiasmo y la compenetración de todos en la vida integral de su Movimiento y, sobre todo, con la vida de la Iglesia, universal y particular, aquí en Mendoza.

Me ha dejado una muy grata impresión el cuidadoso detalle de las actividades realizadas por cada rama. Y destaco fundamentalmente algunas acciones pastorales que ponen de manifiesto el servicio que el Movimiento puede prestar a toda la Iglesia y a las familias: la creciente apertura del Santuario a distintas iniciativas pastorales diocesanas, así como la posibilidad de interacción con los demás santuarios nacionales, el plan de acompañamiento de los matrimonios en sus primeros años y aquellas nuevas uniones, la participación en la Pastoral de la Calle y otras iniciativas solidarias, de la Iglesia en Mendoza y del Movimiento, la progresiva recuperación de todos los espacios del Santuario, incluida la que fuera casa del casero, el ejercicio de la acogida y escucha de los peregrinos en los espacios de Secretaría, la multiplicación de ermitas de la Mater, que posibilita a tantas familias y barrios elevar su plegaria a la Virgen santísima…. En fin, son muchas cosas que me alegraron el corazón y temoolvidar alguna. A todos, ¡muchas gracias!

Finalmente, a aquellas ramas que nuclean a los jóvenes, JF y JM, a los profesionales, a los matrimonios, a las madres, a los distintos consagrados, hombres y mujeres, quiero encomendarlos al Señor, para que sean capaces de ejercitar más y más la gracia del “cobijamiento”, propia del Santuario, de la que hablábamos anoche, en el sentido de acoger de las distintas intemperies que nos afligen en un mundo cada vez más hostil e individualista, promoviendo los vínculos interpersonales, el ejercicio de la libertad y la responsabilidad, de la solidaridad y la corresponsabilidades eclesial, ya que en la familia del Señor, todos estamos invitados a participar de su vida y de su misión.

Nuestro Padre Dios los abrace con su ternura y misericordia. En su nombre, los bendigo e imploro para Uds. todos los bienes y bendiciones del Señor. Que sean valientes seguidores de Jesús, y ponerse siempre en sus huellas, para amar y servir según el estilo de María, nuestra Madre.

 + Marcelo Daniel Colombo

 Arzobispo de Mendoza

En los archivos adjuntos se pueden ver las cartas en versión original:

Carta Mons. Colombo

Carta Mons. Torrado Mosconi