Regnum Mariae, campamento de la Juventud Masculina

Regnum Mariae, campamento de la Juventud Masculina

Autores: Miguel Pizarro y Agustín Ozcoidi 

 

La Juventud Masculina buscando incentivar el encuentro de cada región de la Argentina, este año comenzó con el proyecto de realizar por tres años campamentos regionales y concluir el cuarto año con un campamento nacional.

En diciembre se realizó el campamento en la zona de Cuyo y los primeros días de febrero se realizaron los campamentos en Buenos Aires y en la región centro.

El campamento de la región centro se realizó del 1 al 5 de febrero en La Cumbrecita, Córdoba. Se juntaron más de 50 jóvenes de los santuarios de Paraná, Rosario y Córdoba.

El lugar fue impresionante. Las impactantes cumbres reflejaban la grandeza de la creación, verdes praderas asoleadas que desembocan en ríos, y frecuentadas por ovejas, vacas, cerdos y caballos pastando permitían un encuentro total con la naturaleza. 

ph: Miguel Pizarro

 

La espiritualidad del campamento giró en torno al ideal nacional de la JM “Con María, pasión que transforma”. Este ideal recién sacado es la fuente de la cual todo JM está buscando conquistar según su idiosincrasia y perspectiva. Por esto la región centro decidió cultivar el ideal profundizando cada uno de los símbolos que se desprenden del mismo, que son la montaña, el abrazo, la cruz, la bandera, el santuario y el fuego. Sin duda que el hermoso lugar y lo agreste de la vida de campamento permitían fácilmente poder descubrir la carga de valor que tiene cada símbolo.

 

Regnum Mariae

Unido a esto, el campamento se llamó Regnum Mariae, porque la pasión por María y Jesús motivan a querer vivir y acrecentar el reino de Dios. Al grito del nombre del campamento todos los JM unidos en una sola voz respondían “Todo por la Reina”. Ella es la Reina de nuestras vidas y la Reina del fuego del corazón que arde por Cristo, su Hijo.  Como todo reino y fomentando una mística medieval se dividían en cuatro grupos “feudos” que tenían su Santo Patrón de los cuales fueron viendo sus biografías e intentando encontrar algo de sus vidas que ayude a cada joven en su lucha diaria. Los Santos Patrones fueron Santo Domingo de Guzmán, San Benito Abad, San Bernardo de Claraval y San Francisco de Asís; cada uno de ellos a su manera respondió al llamado de Dios a incentivar su reino y esas vidas encendían el corazón de cada JM para en su vida diaria poder vincularse personalmente con Dios.

Cada grupo cocinaba el almuerzo y la cena de cada día: toda una experiencia para tantos adolescentes que tuvieron que arreglárselas para hacer una fogata y cocinar con los utensilios y provisiones que se les daba en la vida rústica propia de un campamento.

No faltaron los juegos: el río, el barro y las hectáreas de pastizales propiciaban una excelente combinación para poder competir sanamente entre los grupos y ganar los apreciados premios dulces o someterse a la temible ruleta de “castigos” que incluían buscar leña, hacer flexiones entre otras. Sumado a los juegos, las guitarreadas y encuentros espontáneos que permitieron la diversión y amistad entre todos los JM.

 

ph: Miguel Pizarro

 

El campamento Regnum Mariae concluyó con una consagración de “Guerreros de la Reina” en la cual cada uno libremente se disponía a pertenecer al Reino de María, vivir y luchar por la Reina, en cada situación en la que se presentara al volver a Rosario, Paraná o Córdoba y mantener encendido el fuego de amor por la Virgen en todo el año, hasta que vuelvan a encontrarse en campamento Regnum Mariae II.