Hogar de María, una Misión

Hogar de María, una Misión

Autor: María Mercedes Rom de Alfonso, Fundadora del Hogar de María


A lo largo de mi vida personal y familiar he convivido con la discapacidad mental de seres queridos. He aprendido a conocerla, aceptarla y, a través de la fe, abrazarla. Pero también por esa cercanía entendí en primera persona que se trata de una realidad compleja y demandante.

Cuando la discapacidad mental afecta a niños de hogares humildes, sin cobertura de salud y en contextos de violencia o abandono, configura para esos niños una situación de desamparo extremo. La pobreza se impone brutalmente sobre las familias impidiendo el desarrollo de los cuidados a ese niño que todo necesita, postergando la posibilidad de rehabilitación. Esa postergación se prolonga en el tiempo y el olvido crece irrespetuosamente.

En un momento de mi vida supe que tenía que hacer algo. Mis vivencias familiares fueron determinantes. Y también lo fue conocer a un grupo de personas dispuestas a comprometerse con la realidad que plantea la discapacidad en espacios vulnerables. 

Juntos abrazamos la Misión de fundar un hogar para niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad mental en situación de abandono o pobreza extrema. Con muchos de ellos teníamos en común la familia de Schoenstatt y con tantos otros que se sumaron, compartíamos el anhelo de regalar cobijamiento y contención a quienes tanto lo necesitaban. 

Así fue como, unidos con un objetivo claro, invocando la protección de la Santísima Virgen y mirando siempre al cielo buscando la guía de Dios Padre, nos dispusimos a sembrar la semilla del Hogar de María, semilla que en su seno albergaba una Misión. La solidaria y firme misión de transformar un puñado de vidas.

Hogar de Maria


Pasaron muchos años de trabajo y entrega silenciosa, muchos años de
experiencias fundacionales que fortalecieron las raíces de la semilla, hasta que el 14 de febrero de 2003 el Hogar de María abrió sus puertas para recibir a niños que, por sobre todas las cosas y más allá de su irreversible discapacidad, necesitaban su hogar. 

Hoy el Hogar de María es un hogar permanente en el que viven 30 niños con discapacidad mental, que se encuentran en situación de alto riesgo o que ven vulnerados sus derechos y dignidad personales. Se ha constituido en un valioso recurso para los Tribunales de Familia de la ciudad de Mar del Plata y su zona de influencia y para el Organismo de Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires.

Un sólido y capacitado equipo profesional integrado por médicos, psicólogo, terapista ocupacional, nutricionista, asistente social, kinesiólogo y enfermeras marcan las líneas de acción de los proyectos terapéuticos de cada uno de los niños, que son llevados a cabo por asistentes terapéuticos. En la dirección del Hogar y ante el desafío que plantea la vida diaria, la pedagogía comunitaria recibida del Padre Kentenich es alimento y aliento constantes.

Hoy, muchos años después de aquella tarde de febrero, damos gracias a Dios por alentarnos y fortalecernos en esta Misión que mucho significa para la felicidad de los niños del Hogar, pero que también nos regala a nosotros la posibilidad de crecer cada día como personas y como argentinos, protagonistas reales en la construcción de una sociedad mas justa para las generaciones futuras.


María Mercedes Rom de Alfonso
Fundadora del Hogar de María  
   

Fundadora Hogar de Maria