Eco de una Ordenación Episcopal

Eco de una Ordenación Episcopal

Autor: P. Darío Gustavo Gatti, Instituto Secular de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt

EL ME UNGIÓ, ¡HOY! ÉL ME ENVIÓ… (Evg. Lucas 4:18 / Isaías 61:11)

Suenan Campanas, estamos de Fiesta. Dan las 19 horas.  Es viernes 04 de agosto de 2023; un radiante día soleado, de un invierno templado. Aunque el Sol ya se está poniendo, la noche será radiante y luminosa; y no es por la Luna de estos días, que también se muestra llamativamente brillante. La hora anuncia una gran alegría que nos invade en la Ciudad y Arquidiócesis de María, la Mater y Reina Del Rosario, en este Año de su Jubileo 250 por su bendita presencia; la “ciudad de Messí”; la “cuna de la Bandera Nacional”, y tantas otras cosas lindas y difíciles.

Las campanas, dan inicio a la “Procesión de Entrada” de la Liturgia de la Misa, para comenzar cantando una bella celebración. Les propongo con esta nota, que la vivamos juntos, ustedes y yo, partícipes de esta fiesta, como un viaje, que casi en tiempo real, y desde la vista de quien comparte, mientras se va realizando el Ritual; alguien que comparte en imágenes y palabras, un posteo, blog, una bitácora, que refleja algo de lo vivido y celebrado… https://www.youtube.com/live/GXq6KdjAVxQ?feature=share

Repasando la TRANSMISIÓN EN VIVO de la Ordenación Episcopal del P. ERNESTO JOSÉ FERNÁNDEZ, presbítero de esta Iglesia Del Rosario, los quiero involucrar paso a paso en una fiesta, que, gracias a las nuevas tecnologías, trasciende los límites del tiempo y el lugar. Ustedes también, vayan reviviéndola… y es que, aquí en Rosario, pasaron 24 años desde la última consagración de un obispo. Y esta fiesta tiene como protagonista, además, a un hijo de Schoenstatt, “a la sombra del Santuario”.

Estamos de Fiesta y todo es Abrazo y Encuentro

Una gran multitud de miles presencial y desde la transmisión en vivo. Muchos hermanos de las Comunidades Parroquiales y de la gran Familia de Schoenstatt, Hermanas de María, matrimonios, Misioneros de la Campaña… y tantos más, como Ustedes ahora, desde aquí. El Templo elegido, la Parroquia “María Auxiliadora” de la Comunidad de los Salesianos, es “hermoso lugar y gran Santuario” que de todos modos regala calidez e intimidad de fiesta… En la primera fila a la derecha, está doña Teresa, la mamá de Ernesto, sus hermanos Paula y Mauricio, y demás familiares y amigos…

Estamos de Fiesta, porque somos Familia

¡Cómo no estar alegres! ¡Cómo no compartirlo! Hoy, lo hago en primera persona con estos ecos, ya que además de ser Ernesto un sacerdote de nuestro presbiterio, además de compartir la alegría de ser Aliados de nuestra Mater y discípulos de nuestro Padre y Fundador José Kentenich, cuya paternidad sacerdotal nos identifica y queremos reflejar, también somos Hermanos de Curso, pues pertenecemos a la Comunidad del Instituto Secular de Derecho Pontificio “Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt”. En elvideo, le vemos junto otros dos hermanos de Curso, padres Pedro y Roberto, que además de asistirlo en la celebración, representan a esta gran familia de sacerdotes. También participan de los Padres de Schoenstatt y la Federación de Presbíteros, padres Pablo Pérez y el obispo Jorge González. Nuestros padres José Plaza, de Chile, Rector Regional “Nuevo Belén” del Cono Sur, y Alejandro Zelaya de Buenos Aires, Rector de Argentina, con Sergio Eichenberger hermano de Comunidad, haciendo presente a nuestro Rector General Christian Lhör y su Consejo, unidos espiritualmente desde el Santuario Original, junto a tantos otros Hermanos del Mundo entero, y también del Cielo. ¡Todos de Fiesta!…

Estamos de Fiesta y todo es Luz y Vida

Porque “El Espíritu del Señor” está sobre nosotros con el regalo de sus Dones y de la Consagración, para un nuevo servicio y misión más intenso, a favor de su Pueblo. Luego de la “Liturgia de la Palabra”, y de la Homilía del celebrante principal, Mons. Eduardo Eliseo Martín arzobispo de Rosario, somos invitados a “invocar” la presencia y acción consagrante del Santo Espíritu. Ernesto es “presentado” delante de la Asamblea, y se lee el “Mandato Pontifico” que indica por decisión del papa Francisco pueda realizarse tal Ordenación. Aplausos de alegría y gratitud se despiertan al finalizar su lectura. Se le pregunta al candidato “su aceptación y promesa” que de por vida va a asumir para ser fiel a esta vocación y ministerio a que se lo llama. Y mientras, “lo vemos postrado” en señal de su humilde disposición, todos “invocamos a los Santos, con sus Letanías”, para que la Iglesia toda celebre y participe.

Estamos de fiesta, pues el Espíritu desciende con su alegre unción.

Y aquí estamos en la parte principal del Ritual de Consagración. Por la “Imposición de Manos” y “la Oración de Consagración” Ernesto será para siempre servidor de Jesús y sucesor de los Apóstoles. Luego de la “Unción con el Santo Crisma” se le entregan las demás Insignias Episcopales, que revisten y distinguen al nuevo consagrado. Un detalle no menor, como dato curioso, es que Ernesto sería el primer obispo argentino miembro de un Instituto Secular, por su pertenencia a nuestra Comunidad Schoenstattiana, además de ser del Clero rosarino; ya tenemos varios obispos que vienen de la vida diocesana, y otros de la vida religiosa… ¡Otro regalo!

“Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, a proclamar un año de gracia del Señor”. El obispo consagrante, le entrega: el “Libro de los Evangelios” para que anuncie con alegría la Palabra salvadora de Jesús; el “Anillo Esponsal”, para que a imagen de Jesús que dio la vida por su esposa la Iglesia, Ernesto también se brinde con amor total; el “Solideo” que le recuerda ser siempre servidor de los hermanos bajo la mirada bondadosa del Padre, y lo viva con sencillez y humildad paternal, y la “Mitra” que lo señala como Anunciador del Evangelio y Maestro de la Fe… También recibe el “Bastón/Báculo” para guiar y acompañar al Pueblo Santo y Fiel, en nombre de Jesús Buen Pastor, regalando firmeza y ternura, paciencia y misericordia…

Estamos de fiesta, «Hoy se ha cumplido la Escritura que acaban de oír».

Sigue la fiesta con el “Saludo de Paz” que intercambian los demás Obispos presentes con el Nuevo Consagrado. Hecho esto, la celebración continua como es habitual en una Misa, con la “Presentación de Ofrendas”, que en este caso acercan su Mamá y Familiares. Cada momento, bellamente acompañado por un amplio Coro, que anima a la Asamblea para la oración solemne y festiva. Desde este momento el Nuevo Obispo pasa a Concelebrar en el Altar, junto que el presidente de la Asamblea y demás concelebrantes.

HOY, ÉL ME ENVIÓ… y la Fiesta sigue en todos los Corazones. Luego de la “Sagrada Comunión”, como de costumbre, una suave y profunda “Acción de Gracias”. Además, y antes de la “Bendición Final y Envío/Despedida”, el padre obispo Ernesto, recorre la nave principal del Templo, para saludar y bendecir a la Asamblea agradecida, y él mismo, nos dirige unas muy sentidas y afectuosas palabras. Las lee, como aclara, pues su emoción y nerviosismo pueden ahogar su expresión. Igualmente solloza, y alguna lágrima recorre sus rozagantes mejillas, de sus entreabiertos ojos, alegres sin parar, con esa emoción profunda y sentida, cuando el gozo empapa todo.

“Porque él me vistió con las vestiduras de la salvación, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas… Y ustedes serán llamados «Sacerdotes del Señor». Se les dirá «Ministros de nuestro Dios». ¡Alabado sea el Buen Dios! “Familia Divina de la Trinidad”, que nos regala, en su Providencia, este gran motivo de fiesta. ¡Dichosa Tú María, Madre y Reina del Rosario! Mater Ter Admirabilis, y su fiel esposo San José, Padre y Protector, porque además de vivir momentos difíciles de heridas y purificación, misterios dolorosos que anhelan Pascua y Resurrección gloriosa, también se nos permite experimentar la fiesta dichosa, misterios de gozo y luz, que nos hacen discípulos y misioneros de paz y bendición, Rosario de corazones y vidas, porque se nos envía como testigos de tantas maravillas.

¡Bendita sea la Iglesia! Santa y Pecadora, “Familia de Dios en el Mundo”, que en el espíritu de “Belmonte” (Santuario de Roma) nos convoca a ser alma de un Mundo Nuevo. Y feliz está nuestro Padre y Fundador, que otro hijo suyo, sea hoy llamado a servir y pastorear con ese espíritu, Familia de Schoenstatt, Comunidad Nueva, llamada a ser “Corazón de la Iglesia”. Hasta aquí mis palabras e imágenes, para compartir con Ustedes, Familia extensa, tantos regalos celebrados y compartidos. El mismo gozo que me mueve, sea el que a Ustedes los lleve, con palabras y obras, a dar testimonio de este gozo, de este fuego. Nuestra Fiesta sigue: “Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios”.

Les abrazo y bendigo, Unidos en Alianza y Misión, junto al “Santuario de la Sma. Trinidad, con María Del Rosario, Corazón de la Iglesia”

Arquidiócesis Del Rosario / Argentina