Dios vive en la ciudad

Dios vive en la ciudad

Autora: Patricia García Castro (Federación de Mujeres, CABA)

Buenos Aires, 18 de noviembre: Misa de Alianza en la Catedral Metropolitana

Desde el año 2014 cuando se cumplieron 100 años del nacimiento de Schoenstatt, el 18 de noviembre de cada año, la Familia schoenstattiana del área metropolitana se reúne en la Catedral de Buenos Aires para celebrar y compartir con la Iglesia diocesana el gran regalo de la Alianza de Amor con la Santísima Virgen y para pedir por las intenciones de nuestra arquidiócesis.

Este año llevamos como ofrenda la vida que ha surgido y se desarrolla en torno a las ermitas de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt bendecidas en la ciudad Autónoma de Buenos Aires: las del Barrio 31 en Retiro, Barrancas de Belgrano, Plaza Boedo, Parque Chaz en Devoto y Plaza Vicente López en Recoleta.

La santa Misa fue concelebrada por el P. Pablo Pérez, Director del Movimiento en Argentina y por el P. Guillermo Carmona, Asesor en Buenos Aires. Acompañó con los cantos un coro formado para la ocasión con aliados de las tres zonas donde el Movimiento tiene sede, Belgrano, Centro y zona Mater, en el barrio de Boedo.

La procesión de entrada estuvo presidida por las imágenes auxiliares de la Virgen Peregrina de Schoenstatt de las Vicarías de Belgrano, Centro, Devoto y zona Mater.

Previo a la celebración en la Catedral, se rezó el Rosario en la Plaza de Mayo, el que se llevó también como ofrenda junto con las ermitas y una canasta con alimentos no perecederos para la Casa del Niño de Florencio Varela.

Santuarizar la ciudad

Durante la homilía el P. Pablo invitó a pensar en la ciudad como un espacio central en la vida de Jesús:

“Vemos en el evangelio a Jesús llegando a Jerusalén. La capital de los judíos. Allí peregrinaban por lo menos una vez al año para Pascua. La fe de Israel les decía que Jerusalén, el templo, estaba habitado por Yahvé, el Dios de Israel. Jerusalén es la ciudad celestial del apocalipsis también. Es la dirección de la vida

de Jesús. Los evangelios consisten en una larga peregrinación de Jesús de Nazareth a Jerusalén, donde entrega su vida.

Buenos Aires guarda esta herencia judía. Buenos Aires es la ciudad. Y desde hace varios años, aquí en la arquidiócesis de Bs As, hay un lema que dice: Dios vive en la ciudad. Como schoenstattiano me gusta agregar: María también.

Jerusalén y el monte Sion, donde se ubica el templo, terminan siendo sinónimos. Toda Jerusalen es el lugar donde vive el Dios vivo. Monseñor Jorge Mario Bergoglio, en su tiempo como arzobispo de Bs As tuvo una intuición: santuarizar la ciudad. Que la ciudad sea un santuario. ¡Cómo nos saca música a nosotros, schoenstattianos, este pensamiento! ¡Buscamos justamente eso con nuestros santuarios! El P. Kentenich hacia fines de la década del 40 pidió que se construyera el santuario de Belgrano porque la ciudad necesita un santuario, porque la Mater necesitaba un trono de gracias para desde allí, repartir sus gracias a toda la ciudad.

Los dos santuarios (Belgrano y Confidentia) y las ermitas en las plazas y lugares públicos nos hablan de esta presencia de Dios y María en la ciudad. Nosotros además, como familia porteña, queremos ser santuarios vivos”.

Fue una cálida celebración familiar en comunión con la Iglesia, en la que muchos schoenstattianos de distintas localidades y barrios de Buenos Aires nos encontramos con alegría para manifestar nuestro amor a la Iglesia.

Al finalizar la celebración el P. Guillermo convocó para el próximo año, para continuar con esta corriente de vida surgida del Centenario.