Aclaraciones respecto a la suspensión de la causa de beatificación del P. Kentenich

Aclaraciones respecto a la suspensión de la causa de beatificación del P. Kentenich

Este 31 de mayo tiene connotaciones especiales para Schoenstatt. Estamos ante un tiempo distinto que nos pide un nuevo salto mortal.

Es momento de fortalecer nuestra vida de Alianza, de trabajar en nuestra propia conversión como hombres y mujeres nuevos y de donarnos con generosidad en la construcción de la nueva comunidad.

El Padre Aguirre, Postulador de la Causa de Beatificación del Padre Kentenich, nos da pautas claras para la acción pastoral de acá en adelante, que redundan en cuidar y madurar el vínculo al Fundador.

Como nunca antes en este 31 de mayo, Familia de Schoenstatt ¡ha llegado la hora de tu amor!

Autor: P. Eduardo Aguirre – Postulador

Ya han pasado 3 semanas desde que el Obispo de Tréveris (diócesis en la que se encuentra
Schoenstatt), Mons. Stephan Ackermann, emitió un comunicado en el que informa que suspende el proceso diocesano de beatificación del P. Kentenich.

Ya a partir del 3 de mayo, día del comunicado, se han ido haciendo aclaraciones acerca de su significado y consecuencias para la causa de nuestro Padre fundador, desde la Presidencia General de Schoenstatt, por parte de las Direcciones Nacionales de la Familia en diversos países y también de mi parte como Postulador.

No obstante, y en vista a las preguntas que se siguen planteando, parece bueno y necesario
puntualizar y hacer un breve resumen de las consecuencias prácticas de la decisión del Obispo Ackermann. En esta decisión, Roma (el Dicasterio para la causa de los Santos) no ha intervenido ni ha tenido influencia. La causa del P. Kentenich se encuentra sólo en la fase diocesana. Doy por supuesto que tanto el comunicado del Obispo como las declaraciones de la Presidencia General de Schoenstatt son conocidos.

La suspensión del proceso de beatificación del P. Kentenich no significa que la causa se cierra y concluye. La causa queda en suspenso, en estado de “reposo”, en el sentido de que Mons. Ackermann no seguirá tomando iniciativas ni seguirá invistiendo financiamiento por parte de Tréveris para promoverla. “Suspensión”, en este contexto significa que el Obispo y los que actúan responsablemente en su nombre no continúan activamente el proceso en este momento. Lo que él espera, y a lo que invita, es que se siga investigando a fondo, de forma objetiva y transparente, para aclarar las acusaciones que recientemente se han levantado contra el P. Kentenich. El obispo Ackermann ha dejado claro que, si se dispone de nuevos conocimientos que respondan satisfactoriamente a todas las cuestiones abiertas, sería posible reanudar el proceso.

Por lo tanto, de parte de la Familia de Schoenstatt se puede continuar con la difusión de la fama de santidad del P. Kentenich, como hasta ahora, con normalidad y prudencia, respetando las orientaciones de la Iglesia al respecto; es decir, sin adelantar el juicio de la Iglesia acerca de la santidad del P. Kentenich y cuidando de no exagerar en las formas de devoción.

Yo sigo siendo Postulador con todas las responsabilidades y funciones que me competen como tal. Los Secretariados del Padre pueden seguir actuando y difundiendo oraciones, novenas, publicaciones y teniendo iniciativas, para dar a conocer al P. Kentenich y pedir por su beatificación. Lo mismo en relación a las corrientes de vida y formas que surgen en la Familia de Schoenstatt para cultivar el vínculo al fundador.

Una consecuencia muy importante y muy positiva de la situación actual es que se están haciendo serios esfuerzos, a distinto nivel y en diferentes equipos, para investigar con profundidad la actuación del P. Kentenich y elaborar a fondo esta etapa de la historia de Schoenstatt.

Lo más importante frente a los desafíos que enfrentamos como Familia ante los cuestionamientos al P. Kentenich, es comprometernos en conocer más a fondo los motivos de su actuar, en asimilar su carisma y su misión, para ganar más convicción y claridad en dar a conocer y difundir su aporte profético para nuestro tiempo.

Con una mirada providencialista, podemos percibir la intervención de Dios y la Mater en todo esto. Por ello cobra mayor valor e importancia ofrecer nuestra oración y contribuciones al capital de gracias, para que nuestra Madre y Reina se manifieste victoriosa en la causa de nuestro Padre y fundador. ¡MPHC et V!


(Fuente fotográfica: Carlos Almirón)