55 años del Santuario Tabor de María, corazón de la ciudad

55 años del Santuario Tabor de María, corazón de la ciudad

Autores: Marta Goldemberg, Roberto Liñares y Beatrice Acosta

 

El pasado 18 de octubre se cumplió un nuevo aniversario de la primera Alianza de Amor del Padre Fundador con nuestra Mater, así como los 55 años de nuestro Santuario “Tabor de María, corazón de la ciudad”, en el barrio de Belgrano. Esta ha sido para nosotros una hermosa oportunidad para colocar la “mano del Padre” en el Oratorio y testimoniar su paso por este Santuario y profundizar la presencia espiritual de nuestro Padre y Fundador en memoria de los 50 años de su partida al Schoenstatt eterno.

 

Una hermosa preparación en Familia

Si bien nuestra emoción y entrega nos hacía imaginar ese momento, la experiencia de vivirlo nos llenó de otro tipo de inconmensurable goce.  Mientras eran preparadas las sillas al aire libre y se adornaba la entrada con flores y plantas enredaderas, iba creciendo entre los organizadores una fervorosa y saliente alegría.

A medida que los jóvenes encargados de los cantos, ensayaban en un clima de amistad, más hermanos de Alianza, provenientes de otros Santuarios y peregrinos de distintos lugares, empezaban a congregarse en el predio que luego se colmó totalmente. Una imagen del Padre Kentenich parecía invitarnos a sentarse.

La misa fue presidida por el Superior  de los Padres de Schoenstatt a nivel internacional, Padre Juan Pablo Cattoggio, y concelebrada por los padres Guillermo Carmona y Adolfo Losada. En la homilía, se recordó el origen por el cual un día, nuestro Padre y Fundador había accedido a dejar estampada su mano en un pequeño bloque de cemento todavía fresco.

El motivo que inspiró esto fue como testimonio de amor a un curso de futuros sacerdotes schoenstattianos y un reconocimiento al carisma fuertemente paternal del Padre José Kentenich como transparencia de la paternidad divina. De esta manera y resignificando ese momento, el Padre Kentenich con su mano junto al altar, estaba también participando de la Santa Misa.

 

Dos momentos particularmente emocionantes

El primero fue el ofrecimiento de las distintas Ramas y Acciones de nuestra comunidad al pie del altar. El segundo cuando los miembros del Consejo de nuestra Familia de Belgrano, acompañados por el Padre Guillermo, fueron en procesión hasta el que fuera el dormitorio del Padre Kentenich en su paso por Buenos Aires. Hoy en día este lugar se ha convertido en Oratorio, donde en nombre de todos los hermanos en la Alianza se colocó formalmente “La Mano” y se oró en palabras y en espíritu. Posteriormente, se dió acceso al pequeño Oratorio a todo aquel que quería hacerse presente y ser parte en ese instante de trascendencia.

Simultáneamente y ya concluida la Misa, los asistentes se fueron trasladando al salón contiguo, donde se llevó a cabo un festejo en familia y entre “salados y dulces”, se multiplicaban los encuentros, las anécdotas, los recuerdos y las manifestaciones de un verdadero espíritu fraterno. La noche tocaba a su fin. Un año más de fecundidad de las gracias de la Mater en su Tabor de Belgrano. Y ahora con la caricia de la mano de un Padre y Profeta de María como José Kentenich, quien nos regalará siempre un encuentro personal y profundo con Dios.