41° ANIVERSARIO SANTUARIO DE MENDOZA – ALIANZA FRATERNA

41° ANIVERSARIO SANTUARIO DE MENDOZA – ALIANZA FRATERNA

Autores: Silvia y Andrés Manresa – Coordinadores Diocesanos

Este domingo 10 de Octubre la familia de Mendoza celebró los 41 años de la bendición de su Santuario “Nazaret del Padre, Tierra de Unidad”. Este Santuario fue bendecido el 10 de Octubre de 1980, en ocasión del Congreso Mariano
Nacional, quedando como testimonio de aquel congreso en el que los argentinos fuimos convocados bajo el lema “A Cristo por María”.

También como familia, quisimos renovar y dar un paso más en el crecimiento de la Alianza de Amor, colocando el acento en la dimensión de la Alianza Fraterna, ya que todos los aliados somos hermanos por ser hijos del mismo Padre y la misma Madre y porque a nuestro lado se mueve una gran Familia que crece y recibe con alegría a nuevos aliados brindándoles un cálido cobijamiento.

En la oración le pedimos a la Mater:

“Querida Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoenstatt:

¡Aquí estamos tus aliados! Venimos a tu Santuario, NAZARET DEL PADRE, TIERRA DE UNIDAD, como hijos pequeños buscando la fuerza que necesitamos para enfrentar los desafíos del tiempo.

Sabemos que solos no podemos y por eso queremos hoy sellar una Alianza de Amor entre nosotros, una Alianza Fraterna. “Que todos sean uno” dice nuestro Padre Fundador tomando las palabras de Jesús. Queremos pedirte que grabes en nuestro corazón el nombre de cada uno de los integrantes en nuestra misión diocesana de esta hermosa Familia de Schoenstatt, el ser “NAZARET, UN SOLO CORAZÓN EN EL PADRE, GARANTÍA DE UNIDAD”.

A la vez, te pedimos que grabes nuestro nombre en tu Corazón de Madre y en el corazón de cada uno de nuestros hermanos en la Alianza. Queremos que el amor fraterno triunfe entre nosotros y crezcamos en superar las diferencias, las tensiones, los desencuentros. Nos proponemos trabajar aún más para crear el ambiente propicio donde se note que somos una familia, uniéndonos entre las ramas y estamentos.

Queremos aumentar nuestra lucha sabiendo que tenemos un Padre, reflejo del Padre Misericordioso y que nos llamó a una misión común: regalar el mensaje de la Alianza de Amor y todo el carisma de Schoenstatt, a la Iglesia y al mundo. Hoy queremos que triunfe el amor de hijos que te tenemos, porque eres nuestra Madre y Reina de Schoenstatt.

Nos comprometemos a esforzarnos por extender un manto de misericordia por sobre las debilidades de los demás y las nuestras; y a mantenernos abiertos a todos los aportes para nuestro crecimiento y autoeducación.

Que seamos o no una comunidad nueva se decide en nuestro trato mutuo, como diría nuestro Padre Fundador: “Vivimos por lo tanto en una comunión que podemos definir como un estar espiritualmente con el otro, en el otro y para el otro. Recién entonces comprendemos cabalmente cómo es el hombre nuevo en la comunidad nueva. Vislumbramos a la vez que, de esa forma, nos acercamos a un ideal hacia el cual la Iglesia del futuro aspira con íntimo anhelo. Una comunidad nueva a la cual puede aplicarse la alabanza: ¡Miren cómo se aman!

Enséñanos a querernos de manera profunda, respetuosa y realista y así poder fundar un reino de amor entre nosotros para construir una Patria-Familia. Madre, queremos ser hijos santos de un Padre santo y por eso nos comprometemos a partir de hoy por esforzarnos seriamente para que el amor fraterno sea un pilar en nuestra Familia. Madre, nada sin Ti, nada sin nosotros.

Amén.

Agradecemos la charla del Director Nacional, P. Pablo Pérez, los saludos de las Hermanas de María, del P. Ángel Estrada, de nuestro Obispo, Monseñor Marcelo Colombo y la visita de las comunidades vecinas de San Juan y San Luis en ese momento especial de gracias.