Comprometidos con la Iglesia y el Papa Francisco
Autor: P. Juan Pablo Catoggio.
Querida Familia de Schoenstatt,
Desde hace un tiempo he pensado una y otra vez que debemos hacer algo especial en apoyo del Papa en estos difíciles momentos en que es abiertamente cuestionado y criticado agresivamente. La Iglesia es fuertemente sacudida y especialmente por factores internos. En el mensaje final de la clausura del Año del Padre Kentenich, el 15 de septiembre pasado, dije dirigiéndome al Padre:
“Dilexit Ecclesiam! Padre y Fundador, verdaderamente tú amaste a la Iglesia hasta dolerte, por ella arriesgaste todo, por ella estuviste dispuesto a cargar la cruz y el sufrimiento. Soñaste con una Iglesia renovada y lo diste todo por ella. Todo por Schoenstatt, todo por la Iglesia, todo por la Santísima Trinidad. Tu Dilexit ecclesiam nos compromete hoy más que nunca. La Iglesia sufre hoy en día tantas tentaciones y tantas agresiones de afuera y quizá aún más de adentro. Como Iglesia nos duelen nuestros errores y nuestros pecados, sufrimos también los ataques y deshonras. Justamente en este tiempo de tribulación queremos contigo y como tú amar y servir a la Iglesia, queremos jugarnos decidida y eficazmente por el Santo Padre y por la reforma que él promueve con tanta valentía y sacrificio. Estamos con él.”
Hoy el Santo Padre ha invitado a todos que recemos durante el mes de octubre cada día el Rosario por la Iglesia, agregando la invocación ‘Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios” y una oración al arcángel San Miguel de León XIII pidiendo que protejan a la Iglesia del demonio. Ustedes me conocen y saben que no soy de ver al demonio en todos lados. Pero creo que en los momentos actuales de la Iglesia es verdaderamente necesario. El comunicado con el pedido del Papa Francisco es fuerte y tenemos que tomarlo en serio.
Por eso escribo estas líneas, a las que adjunto el comunicado del Vaticano con el pedido del Papa, para que en este mes del Rosario y de la Alianza, asumamos como Familia de Schoenstatt este pedido de modo especial y lo difundamos en donde nos toque actuar.
Les agradezco desde ya y oportunamente comunicaré al Santo Padre nuestro apoyo y solidaridad.
Unidos en la Alianza de Amor y en el Dilexit ecclesiam, su P. Juan Pablo Catoggio.
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