Diócesis de Concordia, una misión de Amor

Diócesis de Concordia, una misión de Amor

Autora: Nora Mabel Diaz

 

El Año del Padre en nuestra diócesis ha sido un año de cambios que han puesto a prueba nuestro amor por la Mater y el Padre Kentenich y  un período en el cual no obstante todos los desencuentros,  hemos logrado transmitir a las comunidades  el significado del Año del Padre;  logramos profundizar las enseñanzas en su vida y el significado de la alianza de amor, que él nos propone.

A través del Secretariado del Padre se realizaron varias alianzas con misioneras y con personas que no pertenecían  previamente al Movimiento.

Nuestra diócesis poseía cinco ermitas y este año la comunidad de San Salvador bendijo su ermita y  también la comunidad de Chajarí en los próximos días bendecirá suya, por lo que hemos de terminar este maravilloso Año del Padre con siete ermitas en la zona.  Son las ermitas de Concordia, Federal, Colón, Villa Elisa, Federación, San Salvador y Chajarí.

En todas las ermitas y  en las comunidades que  todavía no las tienen, se han ofrecido Rosarios Luminosos por la canonización del Padre Kentenich, así como Mil Ave Marías  y en últimos meses se han celebrado fiestas patronales, y la Natividad de la Mater incluyendo aquí una riquísima torta de cumpleaños.

Hemos logrado concientizar la alianza de amor de una manera sentida y profunda por lo que estamos sumando personas para llegar a cada vez más y a más comunidades. Liliana Laurent, nuestra nueva coordinadora de campaña, nos ha inspirado en que nuestra misión es evangelización, es comunicación y sobre todo es amor.

 

Testimonio Personal

“GRACIAS a  un regalo de mis primas, conocí el santuario Schoenstatt  de Florencio Varela, muchos años antes de conocer la ermita de la ciudad de Concordia. Me enamoré del Santuario y profundicé  en el carisma del Movimiento;  la Mater me atrajo de tal manera que me hizo sentir culpable por las otras advocaciones. Del padre, de quien conocí la vida pero me surgían muchas dudas y  yo no sabía el por qué…

En el año 2017 fuí invitada a las Jornadas de Madres en Nuevo Schoenstatt y ya estábamos en Año del Padre y no sé qué  pasó, si fue la charla del Padre Eronti o la ceremonia que se realizó frente al santuario, donde está la estatua del Padre, pero a partir de ese momento he comenzado mis días realizando las oraciones  hacia el Padre Kentenich, y en mi grupo Facebook, “Amigos a los que les gusta hacia el Padre Kentenich”, cada día publico una frase, una foto del padre y de la Mater. Siento que eso ayuda a otros y  eso me hizo profundizar más en la vida del Padre Kentenich y en la vida de los miembros del grupo que apoyan mi publicaciones; a esas personas a quien mucho agradezco, por sus cariñosas palabras públicas y también a los mensajes privados; y así, poco a poco fui experimentado el amor y  la entrega. La esperanza y la confianza en la Divina Providencia del Padre en mí, en cada fase o hito, en cada hecho de su vida, yo  lo fui sintiendo y es como que yo también lo fui viviendo.

Comprendí lo que es la santidad en la vida diaria y que todos podemos ser santos,  solo tenemos que desear serlo, y sobre todo descubrí que el amor lo es todo. El Padre Kentenich  me hizo comprender los errores que cometí este año y como él fui juzgada y exiliada. Hoy es 15 de septiembre y  recién llegué de la adoración y misa en la ermita. He entregado todo lo bueno y lo malo de este año, mi capital de gracias, todo lo que he orado para la canonización del padre, por la renovación y crecimiento del Movimiento Schoenstatt.

Comprendí que en  la vida hay que ser humilde, fuerte, sencillo y contagiar la  alegría de saberme amada por Jesús y por la Mater, adoptada por el Padre y llamada a una vida plena de misión de amor.”

Mabela Bortagaray