Coronación de la MTA como Reina de la Unidad de los argentinos

Coronación de la MTA como Reina de la Unidad de los argentinos

Vivir en Argentina suele resultar una experiencia desafiante. En los últimos años, a las recurrentes crisis económicas y sociales, se ha sumado un fenómeno que parecía superado: el de la polarización política e ideológica. Posiciones extremas que han generado malos entendidos, desconfianzas y enfrentamientos.

Los procesos eleccionarios que marcan la agenda del 2019, constituyen parte fundamental de nuestra vida democrática y deberían vivirse como una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, más de una vez, se convierten en una excusa para profundizar enemistades y desacuerdos.

 

“¡Qué hermoso sería si un año electoral fuera un año de compartir anhelos y sueños! Más que de ahondar diferencias y disputas. Qué distinto sería nuestro país si alcanzáramos a fraguar, aunque más no sea algunos puntos comunes que nos lancen hacia adelante convencidos que es un anhelo compartido para consolidar nuestra patria. ¡Cuánto daño nos hace el desandar caminos andados! ¡Cuánto esfuerzo y tiempo malogrado!

Este soñar juntos presupone un reconciliarnos. Que esta gracia reconciliadora pascual actúe en el corazón de los argentinos y podamos avanzar. No es utópico pensar que Argentina pueda estar más reconciliada. Así lo hicieron los países europeos en la posguerra. Así lo hizo alguna vez Sudáfrica luego del apartheid. ¿Por qué no podríamos nosotros?”  (P. Pablo Pérez, Carta de Alianza, mayo 2019).

Tal como nos enseñó el Padre Kentenich, en Schoenstatt estamos acostumbrados a vivir “con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”. También sabemos, que dificultades son tareas y que los conflictos los permite Dios Padre como oportunidades para que sus hijos crezcan.

Tal como nos pide el Papa Francisco queremos construir cultura de encuentro. Por ello, desde la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina surge  la propuesta de coronar en cada diócesis a la Mater Ter Admirabilis como “Reina de la Unidad de los argentinos”.

Si bien en diversas oportunidades el Movimiento y la Iglesia han coronado a la Mater bajo diversos títulos, queremos hacerlo nuevamente, pero con una connotación diferente: preparando la coronación con un tiempo previo de arrepentimiento y confesión de culpas, y culminándola con un acto fraterno y solidario.

A fin de que cada comunidad pueda sumarse a esta corriente de vida, la Campaña pone a su disposición un instructivo para orientar cada etapa de la coronación. Tanto el momento del arrepentimiento como el acto de solidaridad deben entenderse más allá de la formalidad. Se trata de expresar compromisos concretos que “muerdan” la vida y nos movilicen a un cambio.  Porque esa es la esencia de Schoenstatt Argentina: una “Alianza que transforma”.