Carta de Alianza febrero 2022

Carta de Alianza febrero 2022

Querida familia de Schoenstatt argentina:

¡Bendiciones en este día de alianza! El año va comenzando y gracias a Dios se pudieron realizar las actividades juveniles de verano.

Callejeros apasionados de la fe

Las misiones de nuestras juventudes (Salta, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires) se llevaron a cabo a pesar de la pandemia. Hubo contagios, pero gracias a Dios, sin consecuencias graves. Todo lo contrario, el contagio masivo fue de la fe y del amor a la Mater. Ella pudo volver a visitar a sus hijos más alejados. Cientos de jóvenes volvieron a ser callejeros de la fe, tal como le gusta decir a nuestro Papa Francisco: “¡Qué bueno es que los jóvenes sean callejeros de la fe, felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!” (EG 106)

Volvimos a tener campamento nacional de la Juventud Masculina bajo el grito de Unanimiter (ser una sola alma y un solo corazón). Nuestra JM Argentina coronó a la Mater como “Reina del fuego de nuestra pasión interior” ¡Hermoso y potente testimonio nos regalan nuestros jóvenes!

Semanas atrás un grupo de universitarios hicieron el ascenso al Cristo Redentor desde el santuario de Mendoza bajo el lema “Corazón de héroe, Sión para la patria”. Se están preparando para el próximo verano, si Dios así lo permite, volver a reeditar la heroica cruzada de María: peregrinar a pie desde el santuario de Mendoza al histórico santuario de Bellavista, Santiago de Chile.

Volvemos al Santuario

La JF tuvo también su campamento nacional Fíat María, en Tunuyán, Mendoza. Donde se compartió con mucha alegría la vida y se formuló el lema para este año: “¡Despierta JF, vuelve a tu santuario!”. Ellas mismas nos lo explican:

  • ¡Despierta JF!

“En un mundo apagado, después de dos años de pandemia, como JFs nos dimos cuenta que lo que más necesitamos es despertar y encendernos. No es fácil ser católico hoy en día. Y a veces cedemos al bombardeo dejándonos llevar. Por eso hoy queremos levantarnos para ser una juventud de pie, valiente y auténtica, que haga lío.  Que deje su zona de confort…

  • Vuelve a tu Santuario

Queremos volver a la esencia de lo humano, de nuestra fe católica y del carisma schoentatteano y sabemos que el Santuario es símbolo de todo eso.

  • Vivimos en un mundo inmerso en categorías digitales, y eso a veces nos hace concebirnos a nosotras mismas como máquinas, poniéndonos exigencias poco realistas que luego, al no poder alcanzarlas, nos frustramos. Por eso queremos volver a la esencia de lo humano, representada en la calidez del Santuario. Allí habita la Mater que es la plenitud del ser humano. En este Santuario, Ella nos hace descubrir nuestra humanidad y nos envía a ser hogar para los demás. 
  • Como jóvenes sentimos la necesidad de conocer las raíces de nuestra fe, muchas veces desconocida. El Santuario es símbolo también de esto, ya que es el lugar de encuentro con Cristo. Es ahí donde Él derrama sus gracias y a través de los sacramentos nos educa para ser auténticos católicos que construyen una Iglesia unida en familia.
  • Queremos vivir y regalar un Schoenstatt auténtico, no licuado, y en el Santuario encontramos también un símbolo de esto, ya que es la fuente y el misterio de nuestra espiritualidad, donde a través de la Alianza de Amor, busca conquistar y atraer corazones para forjar la mujer nueva en la comunidad nueva.

Vivir siempre enamorados

Si bien la fiesta de San Valentín no es tan ortodoxa canónicamente, en el sentir popular se ha ganado un espacio donde se celebra el día de los enamorados. Detrás de esta movida está el deseo de vivir siempre enamorados, de que el fuego sagrado nunca se apague.

Asombra que, en un libro del Antiguo Testamento, el Cantar de los cantares, canto nupcial entre el novio y la novia, canto al amor esponsal, nunca aparece Dios. ¿Por qué un escrito así, es Palabra de Dios entonces? Así como lo vemos a Dios en nuestros papás que nos dieron la vida y educaron, estamos llamados a encontrarnos y entregarnos a Dios en la persona de mi pareja.

Nuestra alma se seca cuando no amamos ni nos experimentamos amados. Es la triste crisis que el hombre de hoy experimenta, una crisis de amor. Nos cuesta amar, entregarnos a los demás y ver allí un amor trascendente.

Colaborar para transformarnos

El próximo 2 de marzo, Miércoles de ceniza, comenzamos el tiempo litúrgico de cuaresma, en el cual Dios quiere regalarnos la gracia de la conversión. Cuaresma no se vive solo en la intimidad con Dios, sino comunitariamente como iglesia, familia de Dios. Porque es gracia de Dios, no se nos impone, sino que está supeditada a nuestra colaboración y al ofrecimiento por otros. Así lo expresa nuestro fundador cuando nos dice: 

“Es cosa evidente que los fieles necesitan del auxilio del Divino Redentor… Pero a la par debe afirmarse, aunque parezca completamente extraño, que Cristo también necesita de sus miembros… Lo cual no proviene de necesidad o insuficiencia por parte suya, sino más bien porque Él mismo así lo dispuso para mayor honra de su Esposa inmaculada. Porque, mientras moría en la Cruz, concedió a su Iglesia el inmenso tesoro de la redención, sin que ella pusiese nada de su parte; en cambio, cuando se trata de la distribución de este tesoro, no sólo comunica a su Esposa sin mancilla la obra de la santificación, sino que quiere que en alguna manera provenga de ella.”[1]

Remarcando además nuestro carácter de intercesores de unos por otros o solidaridad de destinos como comúnmente le llamaba. En sus palabras: 

Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante, el que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo, dirigidas a este objeto, y de la cooperación que Pastores y fieles —singularmente los padres y madres de familia— han de ofrecer a nuestro Divino Salvador”[2].

Misceláneas de esperanza

El mes de junio próximo tendremos como movimiento internacional el III Congreso de Pentecostés en Schoenstatt, Alemania. Quiera Dios, se pueda realizar y que varios representantes argentinos podamos participar llevando la vida de nuestro movimiento argentino.

Otra novedad para agradecer y compartir es que el lunes pasado 14 de febrero se lanzó oficialmente el CIEES (Comunidad internacional de Ejecutivos y Empresarios) argentino. Necesitamos cada vez más que Dios y la Mater estén presentes en todo nuestro quehacer, principalmente laboral. Soñamos que nuestra vida de alianza vaya impregnando toda nuestra vida.

Termino invitando a unirnos en oración por la paz mundial en este tiempo convulsionado. Que nunca más, El Señor permita que como seres humanos nos alcemos en armas los unos contra los otros.

Desde el capítulo regional de mi comunidad de los Padres de Schoenstatt en Florencio Varela, casa Regional, los saluda y bendice,

P. Pablo Gerardo Pérez

Director Nacional

Movimiento Apostólico de Schoenstatt Argentina