“Dios nos ama con predilección”

“Dios nos ama con predilección”

Autora: Celeste Toledo – Juventud Femenina de Santa Fe

En los primeros días de febrero se realizó en la estancia Valle de la Inmaculada (Salsipuedes, Córdoba) el encuentro Nacional de la Juventud Femenina llamado “Fiat María” que significa Hágase María.  Un encuentro de 8 días para chicas de toda la Argentina que buscan conectar con la esencia y el espíritu que quiere transmitir la Juventud Femenina de Schoenstatt.

Cada año se trabajan temas de acuerdo a las necesidades que plantean las chicas. El hilo conductor de esta experiencia fue el lema “Hija amada, tu corazón en Schoenstatt”.  Vivimos en un mundo que tiende a la masificación, donde nos dejamos llevar por los apuros y nos perdemos en nuestra rutina, olvidando que tenemos un Dios que ama a cada persona como si fuera la única en este planeta. No importa cuál sea nuestra circunstancia, Él nos ama con predilección.

A lo largo del encuentro se realizaron charlas, talleres formativos, actividades de recreación y momentos de encuentro personal y espiritual, a través de los que cada una de las chicas pudo encontrarse con ese Dios personal que nos amó desde el momento de la concepción.

Schoenstatt tiene reservado un lugar para todos los que quieran vivir en comunidad la experiencia de Alianza de Amor. Para mujeres de 15 a 25 años el lugar que les brinda es la Juventud Femenina. El Fiat María de este año reunió a 114 chicas de diferentes diócesis de todo el país:  Bahía Blanca, Córdoba, Belgrano, Coronel Suárez, Corrientes, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Oberá, Paraná, Resistencia, Rosario, Salta, San Isidro, San Juan, Santa Fe y Zona Mater.  Cada una aportó su ser María en este campamento y al mismo tiempo todas pudieron nutrirse a través del compartir en esta experiencia nacional.

Es tan lindo sentirse amada por un Padre, una Madre y muchas hermanas de comunidad que una no quiere guardárselo para sí. Por eso, además de las actividades mencionadas, las jóvenes destinaron un día para ir a misionar al pueblo de Salsipuedes. Llevaron la Virgen Peregrina casa por casa y luego se realizó un Rosario Luminoso y una Misa abiertos a la comunidad.

El Fiat María se completa cuando cada JF aporta su esencia a lo largo del encuentro, es por eso que para describirlo por entero se necesita de los testimonios de chicas que han realizado este Fiat María 2023.

Testimonios

Fiat María (Hágase María) fue una experiencia donde se vivió verdaderamente este hágase en cada una de las chicas. Fueron unos días de mucho compartir con amigas, con chicas de otras provincias y sobre todo con la Mater y el Padre. Fue el reencontrarme con hermanas, también fortalecer vínculos, aprender de las Hermanas y conocer a nuevas amigas viendo en cada una de ellas el reflejo de María.

El “Hija amada, tu corazón en Schoenstatt” fue algo que se vivió muchísimo, pude sentirme verdaderamente una hija amada del Padre por todo lo vivido y todo el regalo que fue este Fiat.

Me llevo muchísimas cosas, pero sobre todo me llevo esa alegría y fraternidad que se vivió, esa unidad y el ver a tantos corazones que laten y arden por un mismo ideal: ser una ¡Hija del Padre, forjadora del Reino!

Este Fiat María 2023 siempre quedará guardado en mi corazón…

Paci Ortiz – Corrientes

Holaaa, para empezar, el FIAT fue una experiencia que me cambió totalmente. Logré conectar con Dios de una forma que nunca me lo hubiese esperado, me di cuenta de lo esencial que es tenerlo a Él en nuestras vidas.

Pude descubrir a Jesús y a María en los pequeños detalles, desde las charlas en los desayunos, hasta los ratos a solas que pasaba en el santu. También me llevo un montón de amistades, que muchas de ellas terminaron siendo mis hermanitas del alma . A algunas no las conocía, pero teniendo a la Mater de por medio todo era mucho más fácil.

Volví con un fuego increíble, el cual quiero compartir en la vida diaria, y con muchísima energía e ideas para hacerlo. Gracias a la Mater por la oportunidad de haberlo vivido.

Guadalupe Benavidez – Buenos Aires

Como se repitió varias veces en el mismo, el Fiat, es una experiencia. Particularmente para mí, fue una experiencia en la que redescubrí el significado de ser parte de la Juventud Femenina. Fue también un encuentro muy fuerte con Jesús Sacramentado, con la Mater, y con el Padre Kentenich. Fue un renacimiento, un sumergirse en la vida que Dios planeó para todos nosotros, y que nos es arrebatada por la tristeza, el individualismo y la rutina que nos propone el mundo contemporáneo. Com todo lo que vivenciamos y aprendimos en los 8 días del transcurso del Fiat, pido al Espíritu Santo, nos dé la fuerza necesaria para sobrellevar este 2023 de la mejor manera posible. Forjando el reino en la tierra, ¡sintiéndonos hijas amadas con el corazón en Schoenstatt!

Mili Lindon – Córdoba

Hola! Mi nombre es Guadalupe Gomez, tengo 19 años, soy de San Juan y hace 4 años pertenezco a la Juventud Femenina.

Este fue mi primer Fiat, siempre había escuchado hablar y este año pude realizarlo. No tenía expectativas de que es lo que iba a vivir en esos 7 días, me dejé sorprender por la Mater, la verdad que fue una experiencia inolvidable, hermosa, en esos días pude sentirme realmente más amada por Dios y la Mater, formar un montón de vínculos en la alianza de amor y no sentirme sola.

Fui con muchas dudas en mi corazón, de todo un poco, tanto de la facu, personales y hace poquito perdí a una persona muy querida, mi papá, y pude encontrar las respuestas que mi corazón necesitaba y darme cuenta que Schoenstatt es mi familia, la JF es mi familia. En Schoenstatt podemos encontrar a un papá, una mamá que nos ama más que nadie, podemos encontrar una casa que es el santuario, un lugar lleno de gracia y por último encontramos a nuestras hermanas, la JF, hermanas que nos acobijan en el dolor y nos hacen sentir también que somos amadas.

Me quedan varios Fiat y voy a ir siempre que pueda, es la mejor experiencia que viví, y solo puedo decir que si tienen la oportunidad de ir, vayan, no se van arrepentir.

Guadalupe Gómez – San Juan

El Fiat no es solo un campamento donde lo pasás de diez con las amigas. No es solo un retiro en un sitio dónde no hay señal para mirar la pantalla y fijarse si los mensajes son importantes. No.

El Fiat es un encuentro con vos misma y con la guía de nuestro Dios. Restablecer tus fortalezas, tus debilidades, tus gustos, tus intenciones, tomar conciencia de todo lo que podés dar a nuestra Mater para que pueda ayudarte. Puede que en un principio estar sola sea duro, me pasó qué venía con puntos débiles que no podía expresar y en estos días pude trabajar esas cosas que me atascan. No significa que en el retiro haya arreglado sola mis problemas, para eso está Tata Dios. Pero pude expresarme durante estos días, cada vez más abierta en las  charlas, y pude escuchar cosas nuevas que hacen bien al alma. Todo es posible. Para superar la debilidad Dios nos manda señales mientras oramos. Y a través de las hermanas que nos dan una mano cuando se necesita. Tal cómo me pasó con ellas que son tan amorosas y son nuestras guardianas, nuestros angelitos que nos cuidan como tesoros.

No significa que te ganaste una vida sin problemas. Habrá momentos buenos y momentos malos, pero lo bueno es saber que no estamos solas porque tras nuestra sombra están Él y Ella siempre. 

Lucía Ovejero Ferreira – Córdoba

Creo que nunca podré encontrar las palabras correctas para describir esta experiencia. Sinceramente no puedo creer todo lo que Dios y la Mater hicieron en mí en estos 8 días. Llegué con miedos y con dudas que pronto desaparecieron. Yo siempre digo que esa semana se me regaló un pedazo de cielo, estaba en un paraíso, con personas increíbles, con una familia. Era un lugar lleno de bondad, de cobijo, de escucha, donde realmente la Mater me regaló la gracia de sentirme hija amada. De repente recuperé algo de mí que se había perdido en la cotidianidad, en las masas. Era lo más vulnerable y sincero, que pronto quise volver a compartir.

Las tres gracias del santuario se vivieron intensamente, primero el cobijamiento en ese encuentro con ella, en las miradas y las sonrisas de todas. Luego la transformación interior, donde pude dejar atrás todo aquello que había construido con tal de no ir contracorriente, y donde la Mater hizo de mi fe un fuego tan intenso, que ahora no deseo otra cosa que poder mirar con sus ojos, hablar con su boca y ser pleno instrumento de su gracia, en envío hacia los demás.

 Volví a mi hogar con una nueva forma de vivir mi fe y mi vida diaria, con amigas y hermanas increíbles, con una profunda confianza al plan de mi padre y a la mano de mi madre, y con un intenso fuego que deseo compartir a los demás.

Gracias a todos los que hicieron posible esta experiencia, por regalarme la posibilidad de fortalecer mi alianza de amor y de poner mi corazón en Schoenstatt, donde nunca más se sentirá vacío.

Iara Burgos – Corrientes