Misión universitaria en San Juan: jóvenes en salida, manos de María

Misión universitaria en San Juan: jóvenes en salida, manos de María

Testimonios: Julio Troncoso (Corrientes), Candelaria Milano (San Luis) y Guadalupe Gómez (San Juan)

El fin de semana del 18 al 21 de agosto se llevó a cabo la misión universitaria Manus Mariae en el departamento de Santa Lucía, provincia de San Juan.

De la misión participaron 115 chicos y chicas de 18 a 35 años de edad que se alojaron en las instalaciones de la Escuela Provincia de Corrientes. A los integrantes de las juventudes femenina y masculina este año se sumó por primera vez la rama de Profesionales. Y, además de los sanjuaninos, participaron jóvenes de las provincias de Córdoba, Mendoza, San Luis, Corrientes y Entre Ríos. Todos unidos por el anhelo de compartir el amor de María unidos bajo el lema “Juventud Fraterna en salida, siendo Manos de María”.

¿Qué significamos a través de nuestro lema?

“Juventud” porque es la etapa donde conquistamos nuestra personalidad, y “fraterna”, porque no importa de dónde vengamos, en Schoenstatt podemos encontrar una familia.

“En salida”, porque nos sentimos invitados a navegar mar adentro para descubrir quiénes somos y qué es lo que podemos dar a los demás, nos incita a volver a nuestras raíces, para poder encontrar el amor misericordioso de Dios padre.

“Siendo manos de María” hace referencia a que estamos llamados a ser instrumentos de ella, dejándonos guiar, para que ella obre milagros en cada casa que va.

En síntesis, el lema refleja el anhelo de poder conquistar nuestra personalidad en una familia fraterna, y saber que, desde nuestro corazón, podemos ser Manos de María.

Testimonios Misioneros

“Esta es una tarea extremadamente difícil, poner en palabras todo lo que sentí en éstas misiones se me hace casi imposible. Fui cómo “extranjero” a una misión en la cual no conocía a nadie en una provincia que tampoco había visitado, pero en la que, desde el primer minuto, sentí que tenía un nuevo hogar. Cada momento de espiritualidad que pasamos dentro del mini santuario me hacía llenar de una paz y tranquilidad que se experimenta en pocos lados. El acompañamiento de los chicos para quienes recién se adentran en este hermoso mundo Schoenstattiano es digno de admirar, estaba todo perfectamente explicado, claro y bien desarrollado, era inevitable emocionarse en más de una ocasión.

La labor de las personas de infraestructura y de cocina es muy destacable también, en la austeridad de las misiones estuvimos llenos de comodidades y en ningún momento pasamos necesidad.

De las cosas que más se extrañan, muchas son los momentos divertidos que compartimos entre las más de 100 personas, ya sea en el almuerzo, cena o cualquier otro espacio. Mencionando la cantidad que éramos, es admirable que lograran que tanta gente se haya sentido tan cómoda, acompañada y feliz a lo largo de estos días. Cuidaron muy bien cada pequeño detalle lo cual se nota y valora demasiado.

El hecho de haber celebrado una Santa Misa en su Santuario próximo a terminar fue una recompensa, un gran empujón para cada sanjuanino y extranjero que anhela lo mismo. Fue un reconocimiento por tanto sacrificio y entrega, ver en los ojos de tanta gente el amor y satisfacción por algo tan hermoso cómo es su próximo nuevo hogar, me hizo lagrimear.

Para ir finalizando, estoy muy feliz de esta gran entrega que hicieron al capital de gracia por su tan ansiado santuario, el fuego misionero de cada uno se notaba a miles de kilómetros y creo que es por eso que no dudé ni un segundo en emprender una aventura tan grande e ir a conocerlos.

No me va a alcanzar la vida para agradecerles por esta hermosa experiencia que me hizo sentir muy bendecido, no soy el único que sintió que las manos de María lo abrazaron.

¡Les envío un gran abrazo desde Corrientes y espero volver pronto y conocer su santuario terminado!“  Julio Troncoso (Corrientes)

“Nuevamente mi corazón volvió a las Manos de María… Esta es la segunda vez que participo en la misión Manus Mariae y para mi es una misión que me llena de energía, alegra mi alma, me permite reencontrarme con grandes amistades y en esta ocasión hace que siga creciendo mi anhelo de conquista de Santuario…

En San Luis estamos en proceso de conquista y anhelamos un Santuario que sea hogar, que transmita el amor de Jesús y de nuestra Madre y es hermoso poder decir que con la juventud de San Juan me siento en hogar, siento Amor que viene de Dios, es impresionante como logran cobijar y hacer que uno este cómodo a pesar de que no esté en casa.

Y me llena el corazón saber que la Mater está presente en esta conquista del Santuario, en estos días de misión en que buscamos ser entrega, servicio, salir de nosotros mismos y forjar lazos, pude sentir de manera muy especial que nuestra Mater se va haciendo presente en cada uno de nosotros y a través de nuestros hermanos nos va mostrando el camino para acercarnos a su Hijo.

Ya falta cada vez menos para tener el Santu de San Juan y fue muy lindo ver como las paredes de esa pequeña capilla se van levantando, y es aún más emocionante ver como la Mater va instaurándose entre cada uno de los JM’s y de las JF’s y va heredando a la familia una generación de Santuarios Vivos haciéndose presente y real el lema que acompaño a esta misión, “Juventud fraterna en salida, siendo Manos de María”,   

Gracias por todo lo vivido y espero que podamos seguir llevando Schoenstatt a la Iglesia“. Candelaria Milano (San Luis).

“Este es mi segundo año sirviendo y participando de la misión Manus Mariae.

Manus Mariae es volver a las raíces, volver al primer amor, el amor de esa madre que acobija con su mirada tan dulce, donde puedo abandonarme y ser yo misma. Es una gran alegría ver cómo después de tantos años de conquista más de 100 jóvenes fueron testigos de cómo se va levantando nuestro Santuario, esa pequeña casita llena de gracias, nuestro pedacito de cielo que está cada vez más cerca. Como decía el Padre Kentenich, la medida del anhelo es la medida del cumplimiento y cada vez falta menos.

Simplemente Ella es la gran misionera, cada vez que va a una casa donde obra milagros”. Guadalupe Gómez (San Juan)