Con María, alegres en la Esperanza, padres de un mundo nuevo

Con María, alegres en la Esperanza, padres de un mundo nuevo

El cañamazo es una textura de trama gruesa, la base sobre la que se estructura el tejido de un tapiz. En palabras de hoy, una red de sustentación. Esa es la bella figura con la que la Federación de Familias de Argentina eligió llamar a la reunión que cada dos años convoca a los jefes de todos los cursos de matrimonios que la integran. Espacio de encuentro y reflexión, de vida compartida, de familia. Este año, el encuentro fue virtual y reunió a más de 50 matrimonios de todo el país.


Este lema profético, inspirado por el Espíritu Santo en el último Consejo Territorial Ampliado fue la gran motivación de nuestro primer Cañamazo virtual, realizado el 20 de Junio pasado.

El desafío de la organización fue importante. Convocar a 49 jefes de cursos para un encuentro, sin la presencia física, sin los abrazos a los que estamos acostumbrados, a través de una plataforma virtual, nos fue despertando la imaginación y la respuesta fue increíble.

Desde el primer mensaje, luego la canción con el lema, los talleres matrimoniales previos para llegar reflexivamente al día del encuentro, todo fue recibido con alegría y gran responsabilidad por parte de los jefes de cursos.

Y el día del Cañamazo estuvieron presentes casi todos. Se conectaron puntualmente, a las 14 hs, 46 de los 49 jefes y por supuesto todo el Consejo Territorial acompañando y colaborando, poniendo el corazón y la mente para que todo saliera excelente ¡GRACIAS!

Comenzamos con una bienvenida a cargo nuestro, luego los Jefes Territoriales dirigieron unas cálidas palabras que fueron encendiendo los corazones. La oración inicial a cargo de Ana y Javier Gómez del curso 22, nos introdujo en un clima de reflexión sobre la realidad actual y lo que el Padre espera de nosotros, desde nuestro lugar de consagrados, para ser padres de un mundo nuevo.

Ya en una atmósfera de escucha, la Hna. M. Pilar y el Padre expusieron sus reflexiones sobre el lema. La Hermana habló sobre “Con María, alegres en la esperanza…” y el Padre, nos motivó a ser “Padres de un mundo nuevo”. Fueron aportes realmente muy ricos por parte de ambos, que sirvieron como disparadores para los trabajos en comisiones.

Los grupos estaban divididos por niveles: candidatos, consagrados temporales y consagrados perpetuos. Se trabajó a partir de preguntas que nos llevaron a compartir la vida de los cursos y las diferentes respuestas que podemos dar como federados y como consagrados al tiempo actual.

Fue muy profundo el trabajo en los pequeños grupos. Como en todo Cañamazo fue la parte que más se disfruta, la posibilidad de conocer las realidades, los ideales de otros cursos y sacar algunos propósitos e ideas en común, fue algo que todos valoraron.

Cada grupo tenía un coordinador y vocero que expuso las conclusiones en el plenario final. ¡Realizaron un excelente trabajo!

Al terminar el plenario realizamos nuestra promesa a la Mater. Así como cada 20 de Junio se realiza la promesa a la Bandera, uniéndonos al espíritu de nuestra Patria, quisimos comprometernos con Ella, ofreciéndole nuestras vidas. Fue a través de un hermoso video que prepararon Mario y María Inés Martínez, junto a Polo y Mariela Deharbe.

El broche de oro fue la Eucaristía, celebrada por el Padre Ludovico, con los geniales cantos del matrimonio Aragón del curso 26 y la participación de varios matrimonios en las diferentes partes de la Misa.

Consideramos que fue un encuentro que dará muchos frutos. Los jefes terminaron muy felices y con muchas ganas de compartir lo vivido con sus comunidades de cursos. Seguramente hay mucho por corregir, mucho por aprender en estos nuevos tiempos, pero estamos convencidos de que el Cañamazo sigue siendo un espacio privilegiado donde encendernos mutuamente para la misión. Para decir y cantar con alegría:


CON MARÍA, ALEGRES EN LA ESPERANZA, PADRES DE UN MUNDO NUEVO

Huerto y José Sanchez