La misión de vincular, transformar y multiplicar

La misión de vincular, transformar y multiplicar

Autor: Hna. Emilia
Fuente: Revista Tuparenda Online

Los días 25 y 26 de Octubre se llevó a cabo el Congreso Internacional del CIEES. Precedido el 24 de octubre por una Jornada para Jóvenes empresarios y emprendedores. La iniciativa estuvo inspirada por el lema: “La misión de vincular, transformar y multiplicar”. Lema que fue orientando cada aporte que se dio a lo largo del encuentro.

Fue una experiencia muy enriquecedora. En un ámbito en el que se pretende separar tanto la religión de la vida, como son los negocios, despertó una fuerte motivación el ver gente tan comprometida con los valores y que llevan adelante sus empresas y emprendimientos sostenidos por la Fe Práctica en la Divina Providencia, en una profunda y concreta Alianza de Amor con la Santísima Virgen.



Fue muy valioso cómo se elevó la tarea y el rol del empresario y emprendedor, a nivel de una vocación, de un llamado de Dios. Despegaron de lo puramente material este rol, impulsando a descubrir la misión y responsabilidad por aportar al cambio de la sociedad y la Patria, desde un lugar tan clave como es La Empresa, como un real y concreto llamado de Dios. Y se apuntó mucho a la autoeducación, entendida como el medio privilegiado para alcanzar el crecimiento y desarrollo personal del empresario, fundamento de un auténtico progreso de la empresa.



Se sostuvo y testimonió, con los más variados ejemplos, que el principal aporte que están llamadas a realizar las empresas, más allá de su misión específica, está en fomentar el desarrollo integral de la persona humana, empezando por quienes trabajan en ella y sus familias. Se afirmó: “la empresa tiene que ser sustentable, ganar dinero, generar riquezas, pero distribuirlas empezando con los propios colaboradores”. Y, se aclaró, “distribuir bien las riquezas no es exclusivamente darles más dinero. La educación es riqueza, los mayores accesos a información y oportunidades son riqueza que las empresas tienen y que pueden hacer más accesibles a quienes trabajan en ellas”. “Tenemos la responsabilidad de vincularnos con nuestros colaboradores y su realidad integral, para poder brindarles con eficiencia la posibilidad de su desarrollo y crecimiento personal y familiar”.

“Ganar dinero no es ni puede ser nunca un fin”. Así como las personas tienen su ideal personal, las organizaciones también lo tienen. “La empresa debe destacar siempre su propósito y si no lo tiene claro redefinirlo. Y vincular a todos en el compromiso por la realización de esa misión. Esa es la motivación principal e incluso la más eficiente y productiva, porque al captar a toda la persona, esta desarrolla su máximo potencial”.

Es grande y serio el esfuerzo de traducción y aplicación del pensar de nuestro Padre y Fundador al mundo del trabajo y al lenguaje empresarial. En muchas empresas o consultorías se trabaja a partir del Ideal Personal. Se educa a los directivos de las empresas partiendo de las 5 estrellas de la pedagogía del Padre. Algo digno de admirar. Y aquí, por ejemplo, los asesores podemos apoyar y aportar.



Se hizo una reflexión sobre los intercambios generacionales y cómo esto impacta en las empresas. La valoración del aporte de los jóvenes fue muy grande. Pero también quedó clara la necesidad de conocer y reconocer a cada generación, lo que tiene para aportar y lo que tiene para fortalecer y educar.

La constate fue: vivimos y llevamos adelante los desafíos constantes de vivir la religión, de modo coherente, en nuestro trabajo, porque estamos anclados en la Fe Práctica en la Divina Providencia y en la Alianza de Amor. Y nos unimos y reunimos porque los desafíos en el mundo son demasiado grandes para enfrentarlos solos.

La Santa Misa con la homilía de Mons. Pistilli y el aporte de Joan Melé, al comienzo del Congreso, colocaron el marco, la base humana y valores que se mantuvieron y sostuvieron durante todo el desarrollo del Congreso en sus aplicaciones más variadas. Y el cierre con la Orquesta de Cateura y la Santa Misa fue el mejor de los envíos y síntesis de todo lo compartido. Porque el desafío que se nos planteó con todo lo intercambiado en el Congreso se vio coronado por el impactante testimonio de estos jóvenes: “el mundo nos da basura nosotros le devolvemos música”.



Que cada empresario, desde el lugar donde Dios le pide actuar, pueda contribuir al cambio de un mundo que está mal, por un MUNDO NUEVO donde la música sea un continuo: VINCULAR, TRANSFORMAR Y MULTIPLICAR.